Se llama
Yusupha Njie, tiene 24 años y ha conseguido llamar la atención de los grandes de Portugal
en unos pocos partidos, pues este atacante versátil y ambidextro apenas ha podido estar sobre el césped
700 minutos en la temporada recién concluida.
Pero lo curioso no es que Njie haya hecho un excelente final de temporada, firmando
cuatro tantos tras superar una rotura de menisco; lo llamativo es que
se trata del hijo del mítico Biri Biri.Njie juega en el Boavista, tras convencer en su préstamo desde el
FUS Rabat marroquí, y está siendo vinculado por la prensa portuguesa con
Sporting de Braga, Sporting CP o Benfica. Curiosamente,
el año pasado lo colocaron en la agenda del Betis.
En julio de 2018, el hijo de Biri Biri
fue traspasado al Stade de Reims, por 2,5 millones de euros, y la operación estaba tan cerrada que llegó a posar con la camiseta del equipo francés. El negocio, sin embargo,
se terminó rompiendo de súbito. Presuntamente, porque los galenos galos detectaron algo en los exámenes médicos a los que le sometieron. Quizá, la rotura del menisco que le ha tenido fuera casi toda la 18/19.
El de Banjul
tiene unas condiciones interesantes. Resulta complicado quitarle el balón
(ante el Guimaraes le hicieron 11 faltas, por ejemplo), es muy habilidoso,
puede jugar en todo el frente del ataque y maneja las dos piernas. Desde luego, ha debido de crecer mucho en los últimos años, pues
su padre lo llevó a Nervión en 2010 y no superó las pruebas para entrar en la cantera nervionense.
"Para mí,
sería un orgullo que mi hijo jugara en el Sevilla FC. Creo que tiene posibilidades pero, si los técnicos no lo consideran oportuno, estaría igualmente agradecido", comentó entonces Biri Biri, quien se quedó sin disfrutar con su hijo vestido de blanquirrojo.