Tras siete temporadas consecutivas en Tercera, el
Cabecense confirmó su
descenso a División de Honor el pasado Domingo de Ramos.
La pérdida de la categoría puso fin a un periplo inolvidable, en el que el cuadro ugiense batió su récord de temporadas en esta división, logrando un hito que fue iniciado por dos claro artífices.
Álvaro Raya desde la presidencia y
Diego Román desde el banquillo devolvieron al Cabecense a su punto más alto en 2012, algo que solo había disfrutado previamente en la 2006/2007, y regalaron al
Carlos Marchena una temporada histórica, donde finalizaron sextos tras vislumbrar desde muy cerca la zona de ‘play off’ durante todo el curso.
Aquello no fue una anécdota, ya que, un año después, terminó la temporada séptimo, confirmándose como uno de los equipos más atractivos de la
Tercera. Durante todos estos años, el Cabecense siempre ha destacado por sacar el máximo partido de sus recursos. Así, consiguió la salvación holgada en las tres campañas siguientes, un éxito mejorado con el noveno puesto del pasado curso.
Jesús Mari, Salas y Francis han sido los jugadores que han sobrevivido íntegramente a esta trayectoria. También merece mención especial Diego Román (presidente), que relevó a Raya, así como Terry, Guti, Gabri, Cachana o Bucarat, piezas ilustres de un equipo que llenó de ilusión a Las Cabezas.
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