Aitor Torvisco5 min lectura
Athletic
Finalizado2 - 0Alavés
Asier Villalibre ha sido el gran protagonista de este martes en el Athletic Club. Aunque le toca seguir a la sombra de Guruzeta en los planes de Ernesto Valverde, el Búfalo ha ido cerrando la puerta de una salida en el mercado invernal a base de goles y protagonismo copero. Vio puerta en Ipurua, en el duelo de dieciseisavos de final contra el SD Eibar, y esta noche ha resuelto la eliminatoria de octavos frente al Deportivo Alavés con dos golazos de '9' puro: uno haciéndose hueco en el área para soltar un misil y otro lanzándose en plancha para cabecera a placer un centro desde la derecha. El barbudo delantero no sólo se llevó los aplausos y vítores de su afición por realizar un gran partido. Además, se llevó el reconocimiento de la hinchada y los jugadores babazorros por demostrarles, una vez más, que es una gran persona.
En el minuto 28', Villalibre recibía en el área un pase filtrado de Ohian Sancet y, tras proteger con el cuerpo y caracolear buscando un sitio por el que sacar la pierna, soltó un zurdazo ante el que Antonio Sivera no pudo reaccionar a pesar de que iba por su palo corto. El '20' rojiblanco frenó su evidente alegría y no quiso celebrar el 1-0 en San Mamés, por respeto al Alavés, el club en el que jugó cedido la pasada campaña. El de Gernika mantiene una gran relación con el vestuario blanquiazul, como ya demostró en los prolegómenos del partido, cuando se acercó a saludar a la expedición vitoriana aún vestido de calle.
No cesaron las muestras de cariño de Villalibre hacia el Alavés. La tercera llegó en el 60', cuando después de un tramo de dominio visitante con claras ocasiones para el empate en las botas de Giuliano Simeone y, sobre todo, Samu Omorodion, el Búfalo cabeceaba a la red un medido centro de Oscar de Marcos para dejar sentenciado el pase del Athletic a los cuartos de final de la Copa del Rey. Como en el primer tanto, el delantero local no festejó el 2-0 y se disculpó con la hinchada del Glorioso.
La última demostración de respeto, la más agradecida por la hinchada y la plantilla visitantes, llegó ya después de que Soto Grado hiciese sonar el pitido final del encuentro. Villalibre, el gran héroe de la eliminatoria, tuvo el bonito gesto de ir abrazando y consolando, uno a uno, a todos los futbolistas del Deportivo Alavés. Cuando terminó, recorrió unos metros de césped para ir hasta la esquina en la que estaba la afición babazorra desplazada a Bilbao para aplaudirles y pedirles perdón por apearles de la Copa del Rey. Evidentemente, fue correspondido con una cerradísima ovasión de los hinchas rivales. ¡Como para no quererle!
"Estoy muy contento con el trabajo que estoy haciendo. Es muy importante aprovechar los minutos y creo que lo estoy haciendo", dijo el propio Villalibre en zona mixta, donde fue preguntado por sus detalles con el rival. En este sentido, dejó claro que, aunque es muy amigo de los jugadores del Alavés, "al final la amistad se queda fuera del campo". "Dentro del campo cada uno va a hacer su trabajo, va con su equipo a darlo todo, pero he saludado a todos y me han felicitado. Es lo que se dice siempre. Dentro del campo no hay amigos, siempre respetando, peor lo primero para mi es hacer mi trabajo", insistió, de manera modesta.
Para el 'Búfalo' de Gernika es "un orgullo y mucha felicidad ver que el trabajo tiene sus frutos" y confirmó que se queda en el Athletic. "Ya dije que iba a estar aquí y no iba a ir a ningún lado, se ve que las cosas llegan", comentó, teniendo claro que "para un delantero es muy importante marcar". "Estoy contento con la racha que estoy teniendo porque da mucha confianza en mi mismo. El acierto no es algo que elijas, es algo que trabajas día a día, en una temporada. No fallas mas goles porque quieres, unas veces entra y otras no. Hay un punto también de suerte, es trabajo y también un poquito de suerte", concluyó.