El Atlético de Madrid, en el punto de mira: multa y riesgo de cierre parcial del estadio
El histórico 5 a 2 del Atlético de Madrid al Real Madrid quedó empañado por un incidente recogido en el acta arbitral. El delegado de campo rojiblanco, Lucas Hernández Casas, fue expulsado por no custodiar los balones, lo que podría acarrear sanción económica y suspensión parcial del estadio

El Atlético de Madrid celebró el pasado sábado una de las victorias más sonadas de los últimos años. Un 5 a 2 al Real Madrid en el Metropolitano, que pasará a la historia como la primera vez en 75 años que el conjunto rojiblanco endosa una “manita” a su eterno rival. Sin embargo, la fiesta se vio empañada por un hecho extradeportivo que ya está en manos del Comité de Disciplina de la RFEF.
Una sanción y sus consecuencias
El acta arbitral de Alberola Rojas recogió en el minuto 90 la expulsión del delegado de campo del Atlético, Lucas Hernández Casas, por “incumplir con su obligación en la correcta custodia de los balones, siendo lanzados varios al terreno de juego con la finalidad de retrasar la puesta en juego del mismo”. Una acción que, según el reglamento, está tipificada como infracción grave y puede conllevar sanciones importantes tanto a nivel individual como para el club.
En este sentido, el artículo 107 del Código Disciplinario establece que el lanzamiento de balones u objetos al campo, incluso cuando el juego está detenido, se considera una alteración del orden grave. La consecuencia directa puede ser una multa de hasta 3.000 euros y el apercibimiento de clausura del estadio. Además, cuando la acción proviene de un integrante del banquillo o del delegado de campo, como en este caso, el reglamento es claro, siendo la sanción mínima de tres partidos de suspensión.
De confirmarse este escenario, Lucas Hernández Casas no podrá ejercer sus funciones durante las próximas tres jornadas y el Atlético deberá hacer frente a una multa económica, además de quedar advertido con un posible cierre parcial del Metropolitano en caso de reincidencia.
El incidente ha generado debate dentro del club rojiblanco. Mientras algunos consideran que se trató de un hecho aislado sin mayor trascendencia, otros recuerdan que estas acciones manchan la imagen del club, en un momento en el que el equipo vive una dinámica positiva tras dos victorias consecutivas. La RFEF, por su parte, deberá pronunciarse este miércoles sobre la sanción definitiva.
El Atlético de Madrid, que disfruta de la euforia por la goleada histórica ante el Real Madrid, se encuentra ahora con un foco disciplinario inesperado. La celebración en el césped se convierte así en un recordatorio de que la gestión fuera de él también cuenta y que cualquier descuido, por pequeño que parezca, puede tener consecuencias serias para la entidad.