El declive del Barcelona: los datos físicos que preocupan a Hansi Flick
El FC Barcelona ha experimentado un notable descenso en su rendimiento físico respecto a la pasada temporada. Recorre casi cuatro kilómetros menos por partido y sufre una caída del 25 % en las acciones de alta intensidad. Hansi Flick busca soluciones urgentes para recuperar la presión y la agresividad que definían su estilo
Los números no engañan, y el FC Barcelona de Hansi Flick se ha convertido en un equipo más lento, menos intenso y con menor capacidad de presión que el de la temporada pasada. Según datos oficiales de LaLiga consultados por SPORT, los registros físicos del conjunto azulgrana han caído de forma alarmante.
En el pasado curso, el Barça figuraba entre los equipos más activos del campeonato, recorriendo una media de 117.429 metros por partido, por encima de la media en LaLiga, de 115.572 metros. Ahora, apenas alcanza los 113.444 metros, cayendo al decimoquinto puesto en la clasificación física. Son casi cuatro kilómetros menos por encuentro, una diferencia que no solo refleja menos esfuerzo, sino también menor capacidad para sostener el ritmo de presión que Flick considera esencial para su modelo de juego.
Por otro lado, el Atlético de Madrid encabeza la tabla con más de 120 kilómetros por partido, y equipos como Espanyol o Celta superan los 117.000, el Barça comparte la parte baja con Athletic, Sevilla y Valencia. Solo el Real Madrid, último en este ranking con 110.626 metros, registra peores datos, aunque su estilo más pausado compensa con verticalidad y efectividad.
Flick, en alerta: reunión de urgencia con su cuerpo técnico
El propio Flick fue el primero en reaccionar. Tras la derrota por 4-1 ante el Sevilla, el técnico alemán convocó una reunión de emergencia con su staff y los preparadores físicos para analizar los datos de rendimiento. El objetivo: ajustar cargas, rediseñar entrenamientos y recuperar la intensidad perdida.
El técnico atribuye parte del bajón al calendario, cargado con LaLiga, Champions League y compromisos internacionales, que ha mermado especialmente a los jugadores jóvenes. Aun así, no busca excusas: su prioridad es recuperar la agresividad y la intensidad defensiva que fueron clave en la pasada campaña.
Por ello, el cuerpo técnico ha diseñado un plan específico de trabajo individualizado, centrado en mejorar la resistencia aeróbica y la capacidad de sprint repetido, dos factores que han descendido de forma preocupante.
Los datos lo confirman: menos metros, menos presión
Las cifras hablan por sí solas. En la temporada pasada, el Barça recorría de media 9,8 kilómetros a alta intensidad por partido; este año, la cifra se ha desplomado hasta 7,3 kilómetros, una caída del 25 %.

El número de esfuerzos a esa velocidad también se ha reducido drásticamente: de 506 por encuentro el pasado curso, a 426 en la presente campaña. En cuanto a la distancia recorrida a sprint, la bajada alcanza un 23,5 %, pasando de 4,83 kilómetros a 3,69.
Estas cifras explican por qué el equipo llega con menos energía a las zonas de presión y finalización, y por qué sufre más cuando no puede robar en campo rival. Sin esa intensidad, el sistema de Flick, basado en una defensa adelantada y presión inmediata tras pérdida, se descompone fácilmente, dejando a los rivales con espacios para correr.