El futuro de los cedidos con Hansi Flick

Tras una temporada positiva el Camp Barça con el título de Liga, Supercopa de España y Copa del Rey, ha llegado el momento para que Hansi Flick se siente con el club y establezca la hoja de ruta a seguir durante el verano para mejorar todavía más la plantilla. Posiciones a reforzar, como la delantera y el centro del campo, además del asunto Joan García, son ahora mismo las prioridades en las oficinas culés, aunque no serán los únicos temas a atender durante el mercado estival. Lenglet, Oriol Romeu y Álex Valle vuelven a su club de origen, aunque parece; en todos los casos, que no por mucho tiempo.

La venta de Valle al Como

Álex Valle se marchó cedido el verano pasado, rumbo al Celtic de Glasgow. El canterano renovó su contrato con el Barcelona hasta 2026 antes de iniciar una aventura en Escocia que duró menos de lo estipulado en primera instancia. El carrilero repartió 5 asistencias en 19 partidos, llamando la atención de Cesc Fábregas, quien solicitó con éxito su cesión en invierno hasta final de temporada. Valle se ha convertido en una pieza importante en los planes del exfutbolista azulgrana, por lo que el Como está decidido a pagar los 6 millones de euros de su claúsula de rescisión. Esta circunstancia y la confianza de Flick en sus laterales zurdos, Gerard Martín y Balde, son argumentos suficientes para prescindir del joven defensor español. Su salida, por tanto, está muy cercana.

Los casos de Lenglet y Romeu

Mucho más complicado, en cuanto a viabilidad económica se refiere, está el futuro más inmediato de Lenglet y Oriol Romeu. El zaguero francés, que ha disfrutado de mucha importancia en su año cedido en el Atlético de Madrid, no encaja en los planes de defensa adelantada de Hansi Flick. Los caminos del exfutbolista del Sevilla y el Barcelona parecen obligados a entenderse para que a corto plazo sean separados definitivamente, aunque existe un gran hándicap que dificulta su salida: lo que le cuesta Lenglet al Barça. El zurdo le costó más de 35 millones de euros en su día a Bartomeu, con una prohibitiva ficha anual de 16 millones de euros brutos. A Lenglet le resta un año contrato, y a pesar de lo que supondría económicamente para el club catalán, ya se está negociando con el futbolista para su rescisión. La condición de jugador libre facilitaría la vuelta del francés al Atlético de Madrid.

En el caso de Oriol Romeu, el hándicap para su salida radica además de la negativa de Flick en contar con él para el próximo curso, en su edad y lesiones frecuentes. Los últimos meses del futbolista catalán, que vio empeñada su primera temporada de vuelta a casa con problemas físicos y errores graves, han acotado prácticamente su salida definitiva a un solo destino: Girona. El equipo de Míchel, su principal valedor, jugará sus cartas sabedor que el veterano futbolista (33) encara su último año de contrato. El rendimiento en la pobre temporada en Montilivi de Romeu no va a precipitar a la dirección deportiva que lidera Quique Cárcel, por lo que en este caso, como en el de Lenglet, la sartén no está tomada por el lado blaugrana.

En definitiva, el Barcelona, tanto por la valoración del alemán respecto a estos tres futbolistas como por sus situaciones contractuales, y más allá de esos 6 millones de euros limpios a ingresar por Álex Valle, tiene un problema más que una solución económica o deportiva con sus cedidos.