Hasta Fabrizio Romano alucina con 'Lo Sexo' y compañía: el beso de Isco, un penalti al limbo y un mito desmontado
El capitán animó y felicitó a su compañero, que cuajó uno de sus mejores ratos en la segunda vuelta para encauzar el pase a la final de la Conference League de los heliopolitanos

"Mi primera vez en el Benito Villamarín. Experiencia fenomenal. Ambientazo... equipazo. Enhorabuena al Betis. Ha sido un placer. Os estoy 'sosteniendo' siempre (por una mala traducción, quiso decir apoyar, 'sustain' en inglés). Mucha suerte. ¡Here we go!". Palabras ya en la madrugada del viernes aún sobre el césped del Coliseo de La Palmera de un invitado de excepción para la ida de las semifinales de la Conference League, que abrochó con su famoso broche en las redes sociales para anunciar que un fichaje está ya encaminado. Hasta el experto en el mercado Fabrizio Romano quedó impresionado por la atmósfera del estadio verdiblanco y por el rendimiento de los de Manuel Pellegrini, donde sobresalió en la media hora larga final (contando el alargue) un Giovani Lo Celso rebautizado por el CM de la cuenta oficial bética como 'Lo Sexo', un reconocimiento a su espectacular entrada al poco de la reanudación para revolucionar el partido.
El 'Ingeniero' lo juntó en la penúltima línea con Isco Alarcón y Antony Matheus dos Santos para formar la LIA. Con un plus de intensidad y la calidad de siempre, no llevaba ni un minuto sobre el campo cuando se deshizo con un par de regates de sus marcados todavía en campo propio y resistió el agarrón de Fabiano Parisi que costó al carrilero italiano una amarilla y el cambio hasta combinar con el paulista, que se hizo hueco en la frontal con una diagonal y, como le bloquearon el zurdazo de tantas otras veces, se adelantó al rosarino, que llegaba desde atrás para apuntillar, y la colocó en la escuadra con la diestra. "Nos hemos entrenado 1.000 veces juntos y nunca me tiró con la derecha", reconocía David de Gea. Era el momentáneo 2-0 y, para derribar el mito de que está enfadado con el mundo y consigo mismo, el '20' sonrió con rabia cuando acudía a festejar con el extremo cedido por el United. Y, en un gesto espontáneo, el costasoleño acudió a unirse y, sujetando la cara al albiceleste, le plantó un beso.
Aunque públicamente insistan en que no hay problemas de coexistencia y que todo es un invento de la prensa, tampoco supone quedar mal reconocer que todavía no se ha visto la mejor conjunción de Isco y Lo Celso, en parte porque ambos prefieren ejercer de mediapuntas. En sala de prensa, Pellegrini aclaró que, si sólo hubiera un partido a la semana, "probablemente jugarían siempre juntos", aunque toca ir dosificándolos. Dejó caer, de hecho, que el '22' no está, desde que arrastra una contusión en la zona operada de su pantorrilla izquierda, para salir de titular cada 3-4 días, dando a entender que será suplente ante el RCD Espanyol. Una oportunidad para que Gio, que también "sale de una lesión importante", actúe de inicio este domingo como mediapunta. Con una sonrisa de oreja a oreja o serio como un luto, pero con la actitud y el fútbol que exhibió ante la Fiorentina.
Por cierto que, aunque su técnico y compañeros como Ez Abde pasaran por encima del posible penalti que cometió sobre el ex del Tottenham Michael Folorunsho para no calentar los ánimos, Michael Oliver y su asistente de VAR Jarred Gillett se pasaron de permisivos, como apuntan varios analistas arbitrales (Iturralde González, por ejemplo). Las repeticiones permiten comprobar que, si bien en la toma desde la línea de fondo de esa portería se ve cómo el mediocentro toscano toca el balón, el resto de perspectivas desvelan que el italo-nigeriano arrolla previamente (o al unísono en el peor de los casos) la pierna derecha de Lo Celso cuando éste se dispone a rematar. Las protestas sirvieron de poco y la acción se fue al limbo bajo la coartada de que es el tipo de penas máximas que nunca se suelen señalar en competiciones europeas. Otro mito, pues la regla es la misma.