Giovani Lo Celso e Isco Alarcón, como el perro y el gato

Giovani Lo Celso e Isco Alarcón andan como el perro y el gato, dicho desde una mera intención metafórica para expresar que, hasta el momento, cuando está uno no está el otro y viceversa; sin que sea algo voluntario ni que dependa de ellos, al menos no de manera exclusiva. Cuando el rosarino regresó al Real Betis el pasado verano se encontró al 'crack' malagueño lesionado de gravedad y, para cuando el español por fin se recuperó, fue el argentino quien tuvo que ausentarse por dos o tres problemas musculares. Cada uno de ellos le obligaron a parar aproximadamente un mes y fueron frenando en seco su excepcional inicio de temporada. Tanto el '20' como el '22' han dado momentos de máxima lucidez al equipo en esta histórica temporada -en 'semis' de Conference y luchando por jugar Champions-, pero falta la guinda de verles en su máximo esplendor juntos.

Han coincidido muy poco, pero la sensación general es que no terminan de entenderse en el campo y que, incluso, a Pellegrini le está costando encontrar un sitio al internacional albiceleste, especialmente después del fichaje invernal de Antony y de la eclosión de Jesús Rodríguez. Lo poco que han coincidido sobre el césped fue con Isco recuperando su sitio en la mediapunta y desplazando a Lo Celso hasta zonas en las que no estuvo igual de iluminado: al costado derecho, zona de influencia ahora del brasileño, o al doble pivote, donde poco a poco se ha asentado Pablo Fornals.

Jugando como enganche por detrás del delantero, Gio brilló y amasó muy buenos números en el primer tramo del curso. Tanto es así, que aún hoy sigue siendo el máximo goleador del Betis en LaLiga con siete dianas y el tercer máximo realizador entre todas las competiciones con ocho, sólo por detrás de Bakambu (11) y del propio Isco (9), que también aparece como el mejor asistente del conjunto verdiblanco (6).

¿Isco y Lo Celso pueden brillar juntos o son incompatibles?

A esa respuesta ha respondido con contundencia el propio Lo Celso, quien atendió al diario ABC en tierras polacas, donde tampoco tuvo un buen día ante el Jagiellonia, en su vuelta a la media punta antes de ser sustituido, precisamente, por Isco. A su juicio, este supuesto problema de incompatibilidad no es más que ruido externo que ni comparte ni le preocupa lo más mínimo: "El runrún viene de afuera. El equipo y el grupo están muy bien, estamos en una buena dinámica. Había que pasar la fase, la pasamos. No hicimos un primer tiempo bueno pero sí el segundo controlando y con ocasiones. No hay que desviar el foco. El runrún viene de afuera, nosotros estamos cómodos y muy comprometidos. Nos sentimos muy bien y eso es lo importante".

"Dimos un paso importante, estamos en semifinales pero sabemos que todavía no conseguimos nada. Si bien dimos un paso importante nos queda mucho por delante. De verdad que estamos agradecidos a la gente que vino a apoyar y a la que apoyó desde Sevilla. Obviamente, no nos tenemos que conformar con esto. Tenemos una eliminatoria ante un gran rival (Fiorentina) pero éste es el camino", añadió, admitiendo que sueña con vivir una semifinal de Conference League muy distinta a la que vivió en su primera etapa en el Betis, en la Copa del Rey 18/19 (eliminados por el Valencia). "Ese año hicimos una gran temporada y no se nos pudo dar. Ahora venimos en una buena dinámica. El objetivo está claro: pelear en los dos frentes hasta el final y disfrutar; pero no podemos desviar el foco. El lunes, Girona y luego, paso a paso".