Merecido premio para Rodrigo Marina, uno de los héroes de Ponferrada

Tanto Rodrigo Marina como Pablo García se quitaron un peso de encima en su tercera final consecutiva de la Copa de Campeones. Los aún juveniles estuvieron presentes en los dos pulsos perdidos de 2023 (ante el Real Madrid) y 2024 (ante el Atlético de Madrid), pero se sacaron la espinita este año en Ponferrada ante el Valencia CF con la consecución del primer título verdiblancos en la historia de esta competición, después de cuatro 'final fours' y tres veces ahogándose en la misma orilla. El extremo del Parque Alcosa ya selló su continuidad en enero hasta 2029, pero el delantero cacereño, auténtico héroe en El Toralín, seguía con su futuro en el aire. Hasta este jueves, cuando se dio a conocer su renovación por tres temporadas. Un justo reconocimiento a su empeño, tras superar no hace mucho una grave lesión de rodilla y comandar una generación que augura muchas alegrías desde Entrenúcleos a La Palmera, pasando por Los Bermejales.

Decisivo en las semifinales ante el Deportivo de La Coruña, apretando para forzar el fallo del portero en el 2-1 de Iván Corralejo, que firmó un 'hat-trick', forzando también el penalti del 2-6 definitivo, obra de Adrián Martín desde los once metros, su rol en la cita decisiva ante el cuadro che fue aún más importante. Así, Rodrigo empató la contienda en el alargue del primer tiempo, cabeceando a la red un gran centro de Óscar Masqué, confirmando el volteo con otro testarazo en plancha a servicio de un José Antonio Morante que remataría luego la faena, nunca mejor dicho. Y el extremeño, primer descubrimiento del ojeador bético en su tierra, Álex Lombardero, que aterrizó como infantil en los escalafones inferiores helipolitanos hace seis años, rozará la década con estos colores, siendo seguramente uno de los que promocione a un Betis Deportivo que entrenará bien Javi Medina o bien el responsable de los últimos éxitos del División de Honor juvenil, Dani Fragoso.

Rodrigo Marina cierra una 24/25 de ensueño con 27 dianas en su haber y con el privilegio de ser quien levantó la copa que acredita a los verdiblancos como la mejor cantera de España, amén de sellar la segunda participación en su historia en la Champions League de la categoría, una Youth League a la que accedieron los hispalenses la temporada pasada como segundos del torneo, gracias a que el Atlético de Madrid ya estaba clasificado por mor del buen hacer de sus mayores, aunque en esta ocasión la aventura sabe mejor por haber sido como premio a la conquista del título.

"Para mí es un orgullo poder seguir defendiendo este escudo, esta camiseta, con el club que me lo ha dado todo. Desde que empecé aquí se han comportado siempre muy bien conmigo. Y muy contentos, tanto mi familia como yo; no tengo ningún pero hacia ellos, pues siempre me han acogido con los brazos abiertos desde que llegué bien pequeño. Ahora, con muchas ganas de afrontar la temporada que viene y de poder darlo todo. El crecimiento ha sido brutal, tanto deportivo como en instalaciones; se ha notado un cambio enorme. Para mí son de las mejores de España, y es un orgullo poder estar aquí y poder disfrutarlas. Al final esto es nuestra mejora de cada día. Mi sueño por cumplir en el Betis, como el de todos los jugadores, es poder debutar con esta camiseta y poder hacer gol el día de mi debut", apuntaba Marina a los medios del club.