Pellegrini alza la voz en un momento clave para el Betis: evidencias incontestables, culpables y responsables

El 'Ingeniero', defensor a ultranza de su plantilla públicamente, ha hecho ver en el vestuario a los suyos que no se pueden ir de los partidos tan fácilmente ni ponerle las cosas tan fáciles a unos colegiados sensibles por las críticas

Pellegrini alza la voz en un momento clave para el Betis: evidencias incontestables, culpables y responsables
El de Santiago, junto a Aitor Ruibal durante el partido ante el Cádiz. - Lince

Manuel Pellegrini es 'perro viejo'. Casi 35 años sentado en un banquillo, la mayoría de elite, le confieren lo que en el mundillo se conoce como mano de entrenador. Lo demuestra a menudo con sus cambios, capaces de cambiar el signo de un partido. Pero también manejando situaciones de tensión o de presión de manera magistral, desviando la atención o centrando el foco en lo que conviene. El chileno transmite seguridad y confianza a su plantilla, que ha desarrollado fielmente su ideario al comprobar no sólo que su técnico la defiende a ultranza, sino que aquél surte efecto. No es sospechoso el otrora central de 'La U' de enmascarar la realidad, como demostró donde mejor sabe, en una sala de prensa. Su análisis brillante del Betis-Cádiz debe aparecer en los libros de estilo, pues, si bien dejó claro que le pareció "exagerada" la expulsión de Canales, por la que se peleará en los despachos, sí fue justa la de Ruibal, aparte de que los suyos se jugaron otras rojas (Ayoze, Miranda) y regalaron un penalti y el segundo tanto amarillo.

La autocrítica del 'Ingeniero' es mayor de puertas para adentro. Antes de conceder una jornada de descanso a sus futbolistas, que volverán al trabajo este martes a las 10:30 horas en la Ciudad Deportiva Luis del Sol, les hizo ver que todos deben asumir la responsabilidad de sus actos y que, como también expresó ante los micrófonos de los periodistas, no siempre se puede culpar a los árbitros de las derrotas. Son doce expulsiones en 28 jornadas de LaLiga, muchísimas en comparación con la del resto de clubes y superando a un eterno rival que, con 11, ya denunció el agravio que sufren en el sur a este respecto. El problema es que, después de un concienzudo análisis interno, se ha llegado a la conclusión no ya de que la mayoría de tarjetas rojas recibidas son evitables, sino también de que se ponen las cosas muy fáciles a un colectivo, como se suele decir, con la escopeta cargada últimamente, especialmente sensible con las muchas críticas recibidas. Un tiro en el pie letal a estas alturas de campeonato y con tanto en juego para la mayoría.

Tanto a título particular como colectivo, Pellegrini ha hecho saber varias veces en lo que va de curso a sus pupilos de la conveniencia de contenerse, de contar hasta diez y de evitar prácticas que otros años no eran tan castigadas como las acciones de protección de Fekir con los codos, las manos muy separadas del cuerpo dentro del área o los forcejeos con un rival en el que tus brazos estén muy cerca de su cara. Remar a favor de obra y creerse la mujer del César, que, decían, no tenía que ser sólo honrada, sino también parecerlo. Un objetivo muy complicado cuando eres de sangre caliente y te buscan. Pero las doce expulsiones, que colocan al Betis en lo más alto de este ranking de dudoso gusto en las cinco grandes Ligas (cuatro de los cinco primeros, como desvela DAZN, son españoles, una cuestión que sí señala a LaLiga, como denunció el sevillista Fernando Reges).