Pellegrini se sale con la suya en la portería: veteranía, equilibrio y pies
Arrancará la 25/26 con un promedio de edad bajo palos 1,4 años mayor que en la 24/25, aunque la clave está en el perfil de los que han llegado y su capacidad para reeditar el pulso Rui Silva-Bravo

La jugada, al final, ha salido redonda para Manuel Pellegrini y, sobre todo, para el Real Betis, que ingresó 4,75 millones de euros (más uno más en variables posible) al ejecutarse la obligación de compra suscrita en el contrato de cesión firmado en enero con el Sporting CP por Rui Silva al tiempo que espera recibir una compensación similar por Fran Vieites, sustituyéndolos por sendos guardametas a coste cero como Álvaro Valles y Pau López. El 'Ingeniero' prefería que la demarcación estuviese cubierta por tres efectivos con experiencia (y el promedio de edad con el que comenzará la 25/26 será 1,4 años mayor que el de la 24/25, pasando de 30,6 a 32 años), sobre todo internacional (y tanto el gerundense como Adrián San Miguel la tienen), amén de lograr un nivel más parejo entre los dos destinados previsiblemente a luchar por la titularidad en las dos competiciones principales (LaLiga y la Europa League).


Se reproduciría, de esa forma, el igualado pulso de la primera campaña en la que el portugués coincidió con Claudio Bravo, castigado más adelante por las lesiones. En la 21/22, el chileno disputó 2.009 minutos (repartidos en 23 partidos), por los 2.823 en 32 de Rui Silva. En la 22/23, se estrechó la diferencia (1.950-2.520). Ésa es la idea del 'Ingeniero', que también buscaba una virtud compartida por el de Su Eminencia, a priori tercero en la rotación en su último año de contrato, y los dos recién llegados, de vuelta eso sí a la que fue su casa: el juego con los pies. Ya tenían esa facilidad antes de aterrizar, sobre todo Pau López, curtido en la Premier League como el más veterano del trío, mientras que Álvaro Valles se fue a la UD Las Palmas con mucho aprendido a las órdenes de técnicos como José Juan Romero, Juan Merino o Diego Román, igual que con García Pimienta en tierras grancanarias.
Sin retornar a propuestas radicales como la de Quique Setién, valora muy positivamente Manuel Pellegrini tener a porteros con esa facilidad para iniciar, tanto en corto como en largo. Recordados son los pases al campo contrario del catalán, con alguna preasistencia en su haber. Ahora, demandaba reflejos, bagaje para lidiar con la presión y también ese plus de calidad que últimamente está tan valorado a la hora de reclutar a los arqueros, que se convierten en líberos para buscar al llamado tercer hombro y liberar a sus compañeros cuando el rival atosiga a los defensas con su achique.
