Y, de repente, le entran las prisas con Borja Iglesias
Con el Panda ejercitándose de nuevo a las órdenes de Pellegrini en el 'stage' en Portugal, el RC Celta de Vigo ha empezado la pretemporada con derrota y evidenciando carencias en ataque que han hecho que Claudio Giráldez comience a presionar para resolver de una vez el regreso del delantero compostelano

Condenados a entenderse. El Real Betis busca liberarse de la amortización pendiente con Borja Iglesias, quien tanto por privado como públicamente ya ha dejado muy claro que para la temporada 2025/2026 sólo se plantea seguir jugando en el RC Celta de Vigo, un deseo para el que cuenta como principal aliado con el empuje de Claudio Giráldez. En este sentido, el entrenador celeste ha hecho fuerza para que el club gallego mueva ficha lo antes posible y, de una vez por todas, se ponga en contacto con los dirigentes verdiblancos para intentar llegar a un acuerdo beneficioso para las tres partes. A día de hoy, más allá de amagar con estirar los plazos del mercado estival para intentar forzar una rescisión de contrato del Panda a la que ya se han negado rotundamente en Heliópolis, no ha formulado propuesta alguna ni al delantero ni a la entidad propietaria de sus derechos hasta el 30 de junio de 2027 y, en el banquillo, se respiran prisas.
Desde luego, Giráldez no ha podido dejar más despejado ese obligado camino hacia una negociación. En su comparecencia de este pasado martes en sala de prensa, justo después de arrancar la pretemporada perdiendo por 0-2 ante el Famalicao portugués, el técnico ha metido presión al Celta. Primero, de manera indirecta. Y luego, de la forma más directa posible. "Borja Iglesias, sin duda", ha sido la lacónica respuesta del míster gallego a la pregunta de quién es "su objetivo número 1 para reforzar la delantera", antes de levantarse de su asiento ante los micrófonos de unos medios de comunicación ávidos de noticias. Se puede decir más alto, pero no más claro. Antes, entre otros muchos asuntos concernientes a la planificación (Bryan Zaragoza y Juan Cruz entre ellos), el de Porriño ya había preparado el terreno deslizando que sus bajas más importantes de este verano se han concentrado en la zona ofensiva.
Ha llegado como refuerzo Ferran Jutglà, pero se han marchado los extremos Alfon González (libre, al Sevilla FC), Carles Pérez (cedido al Aris Salónica), Miguel Rodríguez (traspasado al FC Utrecht) y Fer López, que ha dejado 23 millones de euros en caja con su venta a un Wolverhampton Wanderers que también ha ejercido la opción de compra en el préstamo de Jorgen Strand Larsen por 27+3 millones. A esa larga lista de salidas de atacantes se suma la del propio Borja Iglesias, que -aunque sus activas redes sociales no contengan ni una fotografía que lo atestigue- se está entrenando con el Real Betis en la concentración estival en El Algarve a la espera de noticias desde Vigo, donde ni siquiera han cerrado aún unas hipotéticas condiciones salariales con él -de hecho, le piden que rebaje su caché-.
Para Giráldez, resulta muy evidente que su prioridad más urgente es mejorar el ataque del Celta: "Tenemos jugadores del Fortuna que estamos, pero sabemos que arriba es seguro que tenemos que incorporar tres jugadores. Luego, veremos qué van haciendo también en pretemporada los jugadores que tenemos en esas posiciones y a ver qué va pasando. Arriba estamos un poquito más escasos con las salidas que ha habido. Se nos han juntado todas ahí y ojalá nos reforcemos bien, a ver qué pasa con el mercado pero, hasta entonces, nos va a limitar el rendimiento en esta pretemporada porque son jugadores que marcan diferencias. Para marcar goles, para asistir y para tener competitividad. Es importante tener una competencia tan alta como la del año pasado. Hay que confiar que, en el tiempo de queda, podamos construir una plantilla más fuerte".