La final de la Copa del Rey entre el FC Barcelona y el Real Madrid ha estado marcada por la polémica desde antes de que se iniciara el propio partido. El descontento del equipo merengue con la rueda de prensa de los colegiados del partido, De Burgos Bengoetxea y González Fuertes, se hizo palpable con el plantón a los actos organizados por la Real Federación Española de Fútbol. No se presentaron ni al entreno a La Cartuja, ni a la rueda de prensa ni a la cena institucional.
Al poco tiempo de que comenzar el encuentro, el cuadro de Hansi Flick pedía penalti por una mano de Fede Valverde en el interior del área madridista. El centrocampista charrúa se lanzó al suelo para tapar un intento de remate de Ferrán Torres. En su dirección a apoyarse sobre el césped de La Cartuja, el brazo de Valverde se topa con el esférico.
Ni De Burgos Bengoetxea ni González Fuertes consideraron que eso debía ser castigado con la pena máxima. Todo ello ante las protestas de los integrantes del FC Barcelona.
El exárbitro de Primera División, Pérez Burrul, lo explicaba de esta manera en su intervención en Radio Marca: “La mano de Valverde está en el suelo y De Burgos hace la indicación de que la ha visto. Estaba cerca de la jugada. El VAR no puede entrar. Está tipificado en el reglamento. No es penalti”.
Otra de las acciones polémicas del encuentro fue la que protagonizaron Dani Ceballos y Lamine Yamal. Fue el utrerano del Real Madrid quien impactó con su mano en el rostro del extremo culé. En las imágenes de televisión, se puede apreciar cómo se le mueven hasta los labios al barcelonista.
El Real Madrid casi no creó peligro sobre la portería de Szczesny en el primer tiempo. La vez que más se acercó fue cuando De Burgos Bengoetxea señaló penalti sobre Vinicius, que lo era, pero su carrera partió desde posición antirreglamentaria. Por tanto, el penalti, que llegó a ser señalado por el colegiado, fue cancelado.
La salida de Kylian Mbappé al encuentro en el entreacto supuso una completa revolución en el choque. El francés actuvó y de qué manera el frente de ataque del Real Madrid, siendo él muy protagonista. En una de sus jugadas, el culé Frenkie De Jong le agarró por detrás y lo derribó, por lo que Mbappé pidió insistentemente la roja para el neerlandés. "Es amarilla porque hay un jugador del Barça que le hace la cobertura por detrás y no se queda solo. Es amarilla", explicaba Iturralde González en la Cadena SER.
Cerca del final del encuentro, De Burgos Bengoetxea se vio envuelto en dos jugadas que van a traer mucha cola tras la finalización del encuentro. La primera, por un posible penalti sobre Ferrán Torres. Al delantero del FC Barcelona, Rúdiger le da un claro golpe en su pierna izquierda que hace que el delantero valenciano se acabe desequilibrando dentro del área blanca. Sin embargo, no lo señaló el colegiado de campo ni el del VAR lo avisó para que lo revisara, como sí pasaría con la siguiente jugada.
Raphinha encaró a Raúl Asencio en el interior del área del Real Madrid, y el central canario, de manera muy temeraria, se lanzó al suelo. El brasileño cayó, lo que confundió al colegiado, quien de manera inmediata señaló la pena máxima. González Fuertes le avisó de un posible error y, tras ver la jugada en el VAR, De Burgos Bengoetxea rectificó porque en las imágenes no se aprecia contacto claro entre Asencio y Raphinha.
Después de todas las acciones polémicas del encuentro, la medalla de oro se la ha llevado la de Antonio Rüdiger. El central alemán, que se marchó con molestias casi al final del encuentro, reaccionó de la peor forma cuando De Burgos Bengoetxea señaló una falta de Mbappé. El jugador madridista lanzó un objeto al colegiado, que no llegar a impactar, pero que lo vio caer y vio al lanzador. Por ello, el germano vio la roja. No contento con eso, tuvo que ser agarrado por varios integrantes del banquillo merengue porque se iba para el árbitro.