Dmitrovic, otra vez

No han sido temporadas fáciles para Marko Dmitrovic. El serbio, que saltó a la fama con sus buenas temporadas en el Eibar, vivió en sus carnes una pérdida de confianza tras pasar a la titularidad en el Sevilla, cuajando una última temporada en Butarque plagada de luces y sombras que concluyó con el descenso de los pepineros a la división de plata del fútbol español. Con todos estos ingredientes y teniendo que cubrir un gran espacio tras el adiós de Joan García, el internacional tiene una oportunidad única para volver a asentarse como uno de los porteros más fiables de la categoría.

El paso de Dmitrovic por el Sevilla

Marko Dmitrovic firmó por el Sevilla en 2021 para salvaguardar la presencia de Bono, uno de los mejores porteros del mundo, en el once titular de por entonces Julen Lopetegui. Durante su primera etapa en Nervión y con este rol de suplente, Dmitrovic cumplió con creces su papel de segundo portero, siendo capaz de resolver con creces la siempre complicada papeleta de no desnivelar excesivamente el rendimiento del equipo ante la ausencia de un gran portero. Tras la marcha de Julen Lopetegui de Sevilla, y con la llegada de Jorge Sampaoi, quien comenzó a otorgarle titularidades al balcánico en las eliminatorias europeas, Dmitrovic fue dando pasos hacia adelante, culminados con el fichaje de Mendilibar.

El vasco, quien conocía bien a Marko de su etapa en Ipurúa, confió en el guardameta como su apuesta para levantar al equipo de la mala situación liguera. El balcánico cumplió con su papel, siendo seleccionado por el propio entrenador como su portero titular para la 23/34. En ese momento, las prestaciones de Dmitrovic comenzaron a disminuir, viéndose obligado Mendilibar a prescindir del internacional por Serbia: "En el tercer año, cuando Mendi me quitó, pasé un momento muy malo, sin ánimos y sin ganas. Tuve que reaccionar y no tenía tanta fuerza de revancha como otras veces. Estaba desgastado y era el momento de cambiar de aires".

Dmitrovic y el Leganés, luces y sombras

Dicho y hecho. Al final de dicha campaña, el portero firmó a coste cero por un Leganés recién ascendido. A pesar de comenzar en el banquillo, Dmitrovic fue haciéndose con la titularidad, dejando actuaciones que recordaron al meta que un día fue en el Eibar, como la de la victoria en Montjuic.

No obstante, y como todo el equipo madrileño durante la recta final de temporada, el portero intercambió buenas actuaciones con otras mucho más dubitativas, como la mostrada ante el Betis en Butarque. El Leganés marchaba 2-0 arriba a la hora de juego, y dos errores graves del serbio propiciaron un empate que luego tornaría en derrota. Su nivel tampoco mejoró en las últimas jornadas, consumando un duro descenso en su currículum.

Dmitrovic, otra vez ante la oportunidad de relanzar su carrera

A pesar de haber perdido también la categoría con el Eibar, Dmitrovic se convirtió en el guardián de Ipurúa durante muchas temporadas. Tanta fue la importancia en el grupo, que el propio entrenador delegó en su arquero la responsabilidad de anotar penaltis, dejando para el recuerdo el gol marcado ante un Atlético de Madrid campeón de Liga.

A eso se agarra Fran Garagarza, quien lo conoce de su etapa como director deportivo en tierras vascas. La persona al frente de la confección de plantilla ha confiado en Marko la responsabilidad de hacer olvidar a Joan García. Una tarea nada sencilla, pero donde Dmitrovic tendrá, otra vez, la oportunidad de relanzar su carrera tras una bajada de nivel durante las últimas campañas.