Paula Fiorella Méndez3 min lecturaComo se ha podido comprobar en diversas ocasiones Eder Sarabia tiene un estilo único a la hora de dirigir un equipo, buscando sacar lo mejor de las jóvenes promesas y confiando al máximo en cada uno de los integrantes de su plantilla.
De hecho, un claro ejemplo de este suceso es el caso de Ricard Artero, uno de los jóvenes canteranos del Girona al que su club no le ve demasiado futuro, mientras que desde el Andorra le han visto un gran potencial.
El mediocentro ha dejado encantado al técnico del club tricolor, por lo que estos están estudiando algún tipo de oferta para realizar una cesión de cara a la temporada 2023/24 para cubrir las bajas de Hector Hevel y Marc Agudo entre otros.
Actualmente, Artero se encuentra en pleno proceso de recuperación tras sufrir una lesión de tobillo a finales del curso pasado. Esta le ha dejado fuera de juego durante un largo periodo de tiempo, y todo apunta a que le quede todavía como mínimo un mes más de baja por cumplir.
La delicada situación no ha supuesto ningún impedimento para el equipo catalán, por lo que la oferta que tenían planteada para el Girona no ha tardado en ser enviada con la esperanza de llegar a un acuerdo.
No es la primera vez que desde el FC Andorra se interesan por jugadores del club rojiblanco. Antes de la solicitud por el medio ofensivo de 20 años, el Girona ha recibido otras ofertas en las que se les comunicaba el interés por Pau Víctor, un joven delantero que durante la última temporada que prácticamente acaba de finalizar jugó cedido en el Sabadell.
Pese a todos estos múltiples intereses y a las grandes ofertas recibidas por el equipo de Piqué, la última palabra la tendrá el técnico madrileño, quien, junto a Quique Cárcel, decidirá el futuro de Ricard Artero. El futbolista cuenta con contrato junto al Girona hasta el año 2026, por lo que le quedan por cursar algunas temporadas más, aunque teniendo en cuenta la lesión y su rendimiento en el conjunto, el Girona deberá replantearse si lo mejor tanto para ellos como para el futuro profesional de Artero es salir cedido a un equipo de Segunda División, donde podrá desarrollarse mejor como futbolista y podrá contar con un mayor protagonismo.
Lo más importante es que el jugador de 20 años pueda tener la oportunidad de seguir formándose y no obstaculizar su crecimiento. Su lesión podría ser clave, pues el futbolista necesita minutos para coger ritmo y, si en Girona no los tiene garantizados, el club podría aceptar la propuesta del Andorra.