Montse Tomé carga contra el presidente de la RFEF
Un día después de su despido como seleccionadora, Montse Tomé, finalista en la última Eurocopa, asegura sentirse “decepcionada” con el presidente Louzán, quien, según ella, incumplió su promesa de mantenerla en el cargo
La abrupta salida de Montse Tomé como seleccionadora nacional sigue dando que hablar. Apenas 24 horas después de que la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) anunciara su destitución y nombramiento de Sonia Bermúdez, la entrenadora asturiana ha concedido una reveladora entrevista en El Larguero de la Cadena SER, donde ha compartido sus sensaciones, su versión de los hechos y su decepción con el presidente de la RFEF, Pedro Rocha Louzán.
“Bien, tranquila. He podido descansar un poco y valorar el trabajo. Hemos hecho un grandísimo trabajo y hemos disfrutado mucho durante estos años”, comenzó explicando Tomé, visiblemente serena, pero con un mensaje cargado de reproches velados hacia la directiva. La ya exseleccionadora recordó con orgullo la Eurocopa, en la que España alcanzó la final y logró vencer a Alemania por primera vez.
Sin embargo, la forma en la que se enteró de su despido no fue la que esperaba: “Nadie me lo comunica desde la Federación. Se lo comunican a mis agentes por mensaje”. Según su relato, la conversación directa con Louzán había transmitido un panorama completamente distinto, con la promesa de seguir si se lograba una buena actuación en la Eurocopa: “Me había transmitido confianza. Si se hacía una buena Eurocopa, como me había dicho a mí y transmitió, me dijo que continuaría antes de comenzar la Eurocopa”.
El punto de mayor tensión llega cuando Tomé asegura que Louzán “ha faltado un poco a la palabra que él me había dado”, algo que le genera “decepción por cómo se ha llevado todo”. Pese a este desencanto, insiste en que siempre sintió cariño y respeto del presidente en el trato personal.
La asturiana también aprovechó para reivindicar su trabajo al frente del equipo: “De un equipo roto hemos hecho un finalista en la Eurocopa”. Recuerda que asumió el cargo en un momento convulso y que su relación con las jugadoras fue “profesional y equitativa”, negando que hubiera presiones internas para su no renovación: “Cuando hablo con el presidente me ha transmitido que las jugadoras están contentas”.
Sobre si se sintió infravalorada, Tomé responde con firmeza: “Mi equipo de trabajo me ha valorado mucho. He estado feliz y a gusto”. También reveló que recibió mensajes de apoyo tanto de futbolistas como de miembros del fútbol masculino profesional, algo que, asegura, le ha hecho sentirse “querida y respetada”.
En cuanto a su futuro, Tomé se muestra decidida: “Hay que asimilar la decisión y avanzar. Tengo ganas de crecer y seguir evolucionando en este mundo que me apasiona”. No se arrepiente de nada y cree que, si las decisiones dependieran de otras personas dentro de la Federación, su continuidad hubiera estado asegurada. Una idea parecida a la transmitida días atrás por Santi Cañizares.
La entrevista deja claro que Montse Tomé se marcha con orgullo por el trabajo realizado, pero con la amarga sensación de que las promesas que le hicieron nunca se cumplieron.