Montse Tomé, en la cuerda floja
La asturiana se enfrenta a su mayor desafío como seleccionadora: liderar a España en la Eurocopa con un contrato que expira en agosto y bajo la presión de un entorno aún marcado por tensiones internas y decisiones controvertidas


La seleccionadora española Montse Tomé se enfrenta este verano al mayor reto de su carrera: dirigir a la actual campeona del mundo en la Eurocopa de Suiza (2–27 de julio) bajo la sombra de un contrato que finaliza apenas un mes después del torneo. La entrenadora asturiana, que asumió el cargo en septiembre de 2023 tras el Mundial, cuenta con la confianza provisional de la RFEF, pero su continuidad más allá de agosto sigue en el aire.
Tomé renovó su contrato el pasado 8 de julio de 2024, en plena reestructuración de los equipos técnicos tras la salida de Jorge Vilda. Desde entonces, ha trabajado en estabilizar un vestuario sacudido por el caso Rubiales y las protestas del bloque campeón, entre ellas jugadoras como Mapi León, Aitana Bonmatí o Irene Paredes. Según desvela Relevo en un reportaje publicado el pasado 4 de marzo, la federación ve en Tomé una figura de transición: útil para evitar nuevas crisis antes del torneo, pero no necesariamente un proyecto a largo plazo.
En el seno de la RFEF se valora la continuidad deportiva que ha conseguido la seleccionadora, quien ha clasificado al equipo para la Final Four de la Nations League, además de cerrar con éxito la fase de grupos previa a la Eurocopa. Sin embargo, no se ha descartado una renovación del banquillo tras el torneo continental. La llegada de Reyes Bellver como directora del fútbol femenino y otros ajustes internos apuntan a una planificación que contempla diferentes escenarios, dependiendo de los resultados en Suiza.
Silencios incómodos y decisiones polémicas
Además, Tomé ha estado en el foco mediático por su vinculación indirecta al caso Rubiales. Fue testigo en la causa judicial por el beso no consentido a Jenni Hermoso y ha recibido críticas —particularmente de medios ingleses— por no responder preguntas relacionadas con el asunto en ruedas de prensa recientes. Esta presión extradeportiva se suma a decisiones polémicas en sus convocatorias, como la reiterada ausencia de Hermoso y Misa Rodríguez, dos referentes del combinado nacional.
Con la lista definitiva para la Eurocopa prevista para el 10 de junio, Tomé se juega algo más que un título: su futuro profesional como seleccionadora. La federación, por ahora, guarda silencio sobre la continuidad más allá del 30 de agosto, fecha en la que expira su contrato. Todo apunta a que será el rendimiento del equipo —y el grado de cohesión interna que logre transmitir— lo que determine su destino.