El retoque sobre la bocina en el Sevilla Atlético

El Sevilla FC ha cerrado la contratación hasta el 30 de junio de 2025 del pivote portugués Joao Daniel, que reforzará el filial de Antonio Hidalgo, que lucha por la permanencia en el Grupo IV de Segunda RFEF, tras abandonar el pasado fin de semana el puesto de 'farolillo rojo' en detrimento del vecino CD Utrera, tras remontar ante el Yeclano (2-1) con tantos de Isaac Romero y Diego Talaverón sobre la bocina. Internacional sub 16, sub 17 (cuartofinalista en el Europeo de Irlanda) y sub 20 con el país vecino, cumplirá 21 años el próximo mes de junio, habiéndose formado en las categorías inferiores de Varzim y Rio Ave, acumulando igualmente experiencia en la Youth League y la Liga Revelaçao con el filial del Sporting Clube.

Joao Daniel, segundo fichaje invernal para el Sevilla Atlético tras el atacante ex del Antequera Isra Domínguez, viene a ocupar la plaza del mediocentro Pedro Ortiz, que se fue a préstamo al Vizela luso, siguiendo el camino opuesto. Además, han abandonado la nave nervionense el central Juanmi (ya en el Badajoz) y el extremo Zarzana, que ha visto interrumpida su estancia en el Marítimo de Funchal para terminar el curso en el histórico Numancia de Soria. El último ha sido el central zurdo Kike Salas, relegado últimamente al filial por Jorge Sampaoli tras la recuperación de Rekik y el afianzamiento del recién llegado Badé, y que apurará el curso 22/23 en el Tenerife de Segunda división, sólo después de renovar su contrato hasta 2026. El zaguero aruncitano tuvo además una propuesta tan exótica como llamativa: el histórico Brondby danés se fijó en su emergente carrera.

Continúan alternando con el equipo matriz el mediapunta Carlos Álvarez, el extremo Nacho Quintana y el guardameta Alberto Flores, cuyas ausencias puntuales ha notado sobremanera una escuadra que luchó hasta el final por la permanencia en Primera RFEF, pero que ha quedado anclado desde el principio de curso en el furgón de cola de Segunda RFEF. La confianza en el despertar de una plantilla hecha a priori para objetivos mayores, confundida por momentos con cierta desatención por los problemas del primer equipo (también luchando por no caer a Segunda división) e institucionales (lucha de poder tras el regreso a la actualidad de Del Nido Benavente), ha derivado en una situación clasificatoria bastante delicada del Sevilla Atlético.