Una victoria que ilusiona a la afición del Girona

El filial gironí está cada vez más cerca de lograr una de las grandes alegrías de la temporada para el club rojiblanco. El filial dirigido por Quique Álvarez firmó una actuación impecable en el Nou Estadi de Badalona, imponiéndose con un contundente 1-3 en la ida de la segunda eliminatoria del playoff de ascenso a Segunda RFEF. Este resultado no solo lo deja con pie y medio en la final de la promoción, sino que refuerza las sensaciones de un grupo joven que ilusiona y que sueña con poner el broche de oro a un gran curso.

La victoria, lograda con goles de Jastin, Dawda y Minsu Kim, repite el marcador que el Girona B ya consiguió en este mismo escenario durante la liga regular. Y no es casualidad. El filial ha demostrado que el campo del Badalona se le da especialmente bien: tres victorias consecutivas en sus tres últimas visitas lo corroboran. La última, sin embargo, tiene un sabor muy especial, porque puede ser el inicio de una nueva alegría para el club, que ya ha vivido una temporada histórica con el primer equipo y que ahora sueña con el ascenso de su filial.

Eficacia y madurez desde el inicio

El partido en Badalona mostró a un Girona B muy serio, especialmente en el arranque, donde supo golpear con rapidez y eficacia. A los diez minutos, Nil Calderó leyó a la perfección un pase al espacio y asistió a Jastin, que empujó el balón a placer. Poco después, Dawda transformó un penalti que él mismo había provocado, mostrando sangre fría desde los once metros. Minsu Kim completó la gran primera parte con un disparo desde fuera del área que puso el 0-3 en el marcador y dejaba muy encarrilada la eliminatoria.

Pese al dominio local en fases del encuentro, el Girona B supo sufrir cuando tocaba. El Badalona recortó distancias con un tanto de Álvaro Vázquez en el tramo final, un gol que, aunque simbólicamente importante para los locales, no cambia el hecho de que el filial gerundense parte como claro favorito para cerrar el pase en casa, este domingo 8 de junio en Riudarenes (17:30h).

Palabras de prudencia desde el banquillo

Quique Álvarez, entrenador del Girona B, se mostró prudente pero satisfecho tras el encuentro: “Nos llevamos un resultado muy bueno, pero la eliminatoria no está cerrada. El Badalona es un equipo competitivo y no va a regalar nada. Tendremos que estar igual de concentrados que hoy”.

Más allá del resultado, las sensaciones del filial rojiblanco son excelentes. Supieron adaptarse a los distintos momentos del partido, exhibieron pegada en ataque y contaron con un Sergi Puig imperial bajo palos que evitó que el rival recortara más distancias. En cada línea del campo, el equipo mostró solidez, carácter y madurez competitiva.

El Girona B está a un paso de dar una nueva alegría a su afición. Si logra culminar la eliminatoria, se enfrentará en la final al vencedor del cruce entre San Fernando y Tamaraceite, que empataron en la ida (1-1). Pase lo que pase, el filial ya ha demostrado que tiene fútbol, compromiso y ambición. La próxima gran alegría del Girona puede estar a solo 90 minutos.