El efecto Pepe Mel en el Málaga

Aunque el técnico madrileño no pudo debutar con victoria ante el Villarreal B, la afición vio una notable mejoría del equipo.

El efecto Pepe Mel en el Málaga
Pepe Mel. - Málaga CF
José Antonio RiveroJosé Antonio Rivero 4 min lectura

Pepe Mel dirigió por primera vez al Málaga CF el pasado sábado, cuando se sentó en el banquillo de La Rosaleda para el partido ante el Villarreal B, un debut con sabor agridulce, ya que el equipo no consiguió la victoria (1-1) pese a la mejora en su juego.

El club de Martiricos es colista de LaLiga SmartBank tras siete jornadas, aunque el último encuentro, ya con Mel en el banquillo, invita al optimismo debido a las novedades introducidas por el madrileño.

Lo primero que hizo Mel fue cambiar el sistema. Sobre el papel, se pasó del 4-4-2 característico de Pablo Guede al 4-2-3-1. Eso sí, de tres cuartos de campo en adelante, los futbolistas de ataque tenían libertad de movimientos, haciendo habituales las permutas en las posiciones ofensivas. En ese aspecto, Febas, Villalba, Hervías y Gallar fueron los que adquirieron ese rol.

El juego por las bandas fue otra característica a destacar. Aunque contra el Tenerife Juanfran y Javi Jiménez subieron mucho al ataque, contra el filial del submarino amarillo se vio como una orden el que los extremos estuvieran pegados a la línea de banda, haciendo una constante el colgar balones al área.

Hasta la llegada de Mel, el Málaga era el equipo que más tiraba a puerta de Segunda, una estadística de la que Guede hablaba mucho, aunque la efectividad del conjunto blanquiazul dejaba mucho que desear. Contra el Villarreal B también faltó acierto de cara a portería, aunque sí que se observó que los remates eran peligrosos y muchos de ellos salieron rozando los palos de la portería rival. Hasta ahora la cantidad de remates era motivada por la falta de idea en la creación de juego y no por ser ocasiones de gol.

También hay que hablar de la defensa. Aunque no se mantuvo la portería a cero, el conjunto malagueño dio muestras de una mejora atrás. Saliendo al corte en el centro del campo e imponiéndose al rival muchas más veces que en otros partidos. Todo ello pese a contar con una pareja de centrales que, en teoría, no será la titular, con el canterano Moussa Diarra y Escassi.

Al margen está los balones áreos, uno de los mayores lastres del equipo, el cual tendrá que trabajar para corregir Mel.

Por último, hay que mencionar a Rubén Castro. Estaba claro que la llegada de Pepe Mel al banquillo potenciaría al canario, pues los números de ambos juntos les avalan.

De Rubén no se podía esperar que ayude en la construcción o implicación defensiva, el canario lo que mejor sabe hacer es rematar y meter goles, algo de lo que es muy consciente Mel. Contra el Villarreal B marcó un tanto, le anularon dos y estuvo muy cerca de marcar alguno más. Está claro que el equipo juega, de ahora en adelante, para nutrir de balones a Rubén Castro.

Son muchas las cosas que aún tiene que trabajar Mel, como el mencionado juego aéreo o el espacio que se generaba entre el doble pivote y los jugadores de ataque, pero sin duda el Málaga CF va en el camino correcto.

El equipo descansa este lunes y volverá al trabajo el martes. De martes a viernes entrenará por la mañana en el estadio de La Rosaleda, para el viernes por la tarde viajar a Santander, donde se medirá el sábado (16:15) al Racing Club.

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