Sara Portillo Maya7 min lecturaOsasuna está firmando una muy buena temporada con Jagoba Arrasate dirigiendo el banquillo. Este curso ha logrado alcanzar la final de la Copa del Rey y continúa inmerso en la batalla por entrar en puestos europeos. Sería un formidable cierre de campaña conseguirlo, pero para ello lucha contra potentes equipos: Girona FC, Athletic Club, Sevilla FC y Rayo Vallecano. De estar en la Conference League depende parte de su planificación de cara al próximo curso, pues eso haría que se tomaran algunas decisiones importantes. Aún se desconoce qué sucederá con algunas de sus bazas, como Aridane Hernández.
Ahora el club ha emitido un comunicado en el que ha anunciado una importante pérdida en lo económico. Son pérdidas, derivadas a la “confección de la plantilla”. Lo cierto es que, con ellas, se han empeorado las previsiones. A través de un tweet y mediante un comunicado en su web oficial, se conoce que el club presenta “pérdidas de 3 millones de euros” al alcanzar el ecuador de la presente temporada 2022-2023.
Ello se debe, tal y como puede leerse, “a la utilización de fondos del Plan Impulso para la confección de la plantilla deportiva”. Osasuna tiene un límite salarial que puede ser rebasado gracias a los fondos del Plan Impulso, es algo que supone un gasto extra. “En este ejercicio, el resultado ha sido negativo en 3.023.164, 71 euros”, dicta el club. “A este resultado se ha llegado fundamentalmente por el incremento de costes de plantilla deportiva, posibilitado por la aplicación de acuerdos con CVC”, continúa.
En octubre se realizó una Asamblea General en la que ya se presentaron unas cuentas con una pérdida previsible de 1’7 millones a final de temporada. Estas cuentas, a 31 de diciembre, no reflejan el impacto que ha tenido la Copa del Rey, puesto que a esa fecha los ingresos derivados de tal competición eran 0. Cabe resaltar que tampoco se recogen aquí los ingresos generados por nuevos patrocinios que se firmaran posteriormente o el ahorro en plantilla deportiva. Además, hay otro matiz del equipo: en los mismos datos no aparece el ingreso de 580.000 euros por la venta de la vivienda del expresidente Patxi Izco. Esta venta no mejorará las cuentas, aunque sí la tesorería general. Otro punto positivo es la sentencia que obliga al Torino a pagar 1’5 millones de euros a Osasuna por el traspaso de Álex Berenguer al Athletic Club.
“Lo que también apunta la Auditoría es un notable incremento en los ingresos que el club está obteniendo por Publicidad gracias a sus acuerdos con patrocinadores”, puede leerse. Se espera que Osasuna alcance los 8 millones al culmen de la temporada en materia de publicidad. Por el momento, se han logrado 4’2 millones en seis meses. Es algo que hace pensar con positividad, en toda la temporada pasada se obtuvieron 6’5.
Además de todo eso, el club navarro ya ha cobrado 26 millones de los 52 que le corresponden dentro del Plan Impulso. En el tiempo transcurrido entre la auditoría de junio de 2022 y la de diciembre de 2021, la actual, Osasuna ha ingresado 8’4 millones de euros que, al ser un préstamo, hacen aumentar la deuda. La deuda neta es ahora de 60 millones de euros, frente a los 51 millones de junio de 2022. Algo que también ocurrirá durante los dos próximos cursos: el club cobrará 13 millones en junio de 2023 y otros 13 en el mismo mes de 2024.
En lo relacionado con la deuda bancaria, sí hay una buena noticia: se ha reducido un 17%. Cuando antes estaba en 24 millones, queda ahora en 20. Durante el presente 2023, la mencionada deuda debería reducirse casi un 50%, convirtiendo casi la totalidad de la deuda del club en un único préstamo a 40 años con LaLiga, con una amortización muy baja. Ese es el objetivo que se ha marcado la Junta Directiva de Osasuna.
En 2023 ya se ha cancelado un préstamo que procedía de directivas anteriores de 8’6 millones. Además, cancelará en la temporada próxima los tres préstamos por importe de 16 millones de euros que se concedieron para reformar El Sadar, así como los solicitados para fichar a Ante Budimir por 8 millones.
El terreno en Tajonar, de 166.000 metros cuadrados, se lo adjudicó Osasuna por 6’5 millones de euros más IVA. Una inversión que supone la devolución al Gobierno de Navarra de una parte importante de la dación en pago que se efectuó en 2014 con el fin de afrontar las deudas del club. La deuda por aquel entonces con la Hacienda foral estaba tasada en 52’8 millones, aceptándose 32 millones de reducción gracias a la entrega de todo el patrimonio de Osasuna. Así, quedó 10’8 en forma de préstamos y 9’7 de deuda directa. Desde aquel momento, Osasuna ha afrontado los 9’7 de deuda directa, los 7’2 millones que se sumaron en una inspección posterior y otros 6 millones derivados de préstamos. En estos momentos, el club deposita 6’5 con el fin de recuperar parte del patrimonio. Este esfuerzo supone casi 30 millones de euros a las arcas del club.