¿Por qué los porteros ya no visten de negro? Evolución del uniforme bajo palos
Históricamente los porteros siempre han utilizado indumentarias negras u oscuras para defender la portería. Se creía que debían pasar desapercibidos para los delanteros. Hoy en día, la creencia es bien diferente

La vestimenta de los porteros ha tenido una enorme evolución a lo largo de los años. Han pasado de ser algo genérico a un símbolo de identidad. El color negro ha sido predominante en los primeros compases del fútbol. Tiene su razonamiento y lógica para la época, que como todo en la vida, ha cambiado hasta llegar al día de hoy. Los tonos oscuros apenas se utilizan actualmente y en lugar de ellos se apuesta por tonalidades llamativas. En el siguiente tema veremos cómo ha evolucionado a través de las décadas.
La vestimenta de los porteros en 1950
Durante esta primera mitad del siglo XX muchos equipos comenzaron a utilizar estampados con rayas y primeros escudos en las indumentarias. También se apostó por la serigrafía numérica en la espalda para identificar a cada jugador. El color predominante era el negro, aunque igualmente era usual ver el gris. La razón era clara: pasar desapercibidos para los delanteros en el campo. Algo característico para la época eran los cuellos tipo polo y manga larga para proteger los brazos de la fricción con la hierba.

La vestimenta de los porteros en 1960 y 1970
En esta década entran los botones en las equipaciones y la boina. Algo muy recurrente en esos tiempos. A partir de 1970 se produce un gran cambio. Las telas sintéticas llegaron al deporte y las equipaciones de fútbol se volvieron más cómodas y menos pesadas. Desaparecieron los botones y las cuerdas de los cuellos para empezar a usar las de pico. Más usuales en la actualidad junto con los cuellos redondos. Cambió la tendencia del color y se llegaron a utilizar tonalidades como el azul, el amarillo o el verde. Los guantes aumentaron de tamaño y los pantalones de los porteros incrementaron la talla no siendo ya tan ajustados. Además, los puños y cuellos cambiaron de color para resaltar el tono de la camiseta.

Cambios en la década de 1980
Las marcas deportivas comenzaron a atreverse más en los diseños de los uniformes de los porteros. El símbolo de las firmas se estampó paulatinamente. Como era el caso de Adidas en la equipación de Arconada en la Eurocopa de Italia. Las tres rayas de la marca germana se vio en las mangas de la camiseta.

Década de 1990
En esta década llegó el 'boom' de los uniformes coloridos. Una clara muestra de ello fue la Copa del Mundo de Italia. Se empleaban contrastes de colores en dos tonalidades: la parte inferior del cuerpo y las mangas presentaban paneles modificados con un tercer color que se usaba para el cuello y los puños. Más tarde se empleó una variedad cromática sin precedentes (véase el caso de René Higuita con Colombia).

Estudios científicos con las tonalidades de las equipaciones
En la actualidad no se deja nada al azar y los colores que emplean los porteros se basan en estudios científicos para mejorar el rendimiento. Se prescinde de los colores negros o apagados al considerarse que el guardameta se ve de menor tamaño para el rival y por tanto, los rivales tendrían más facilidades de cara a puerta.
En cambio, los colores llamativos como el amarillo fluorescente o anaranjados centran la atención de los delanteros y se utilizan por su capacidad de atracción. Se cree que de manera subconsciente los disparos van enfocados hacia estas tonalidades. Estudios los avalan. Un sinfín de cambios a lo largo de los años donde el portero se mantiene bajo palos pese a las modas.
