Jesús Galiano3 min lecturaDespués de una preocupante serie de resultados negativos, el Bournemouth de Andoni Iraola consiguió un triunfo balsámico este lunes al imponerse por 1-0 al Fulham en el cierre de la jornada 32 de la Premier League. El tanto llegó en el primer minuto, obra de Antoine Semenyo, y resultó suficiente para tumbar al equipo de Marco Silva, que venía de dar la campanada contra el Liverpool.
La victoria no solo cortó una racha de seis encuentros sin ganar, sino que también sirvió para celebrar por todo lo alto el 20 cumpleaños de Dean Huijsen, central español que firmó una sólida actuación. “Un día inolvidable”, declaró el joven defensor tras el encuentro, en el que fue una de las piezas clave del muro defensivo local.
El Bournemouth, que no ganaba desde mediados de febrero, igualó ya los 48 puntos que logró la temporada pasada, marcando un nuevo hito en su historia en la máxima categoría del fútbol inglés. Y aunque el sueño europeo parecía desvanecerse, esta victoria vuelve a alimentar la ilusión: la sexta plaza está a solo seis puntos.
El tanto del triunfo llegó tras una rápida transición que comenzó Alex Scott. Semenyo, con potencia y precisión, finalizó la jugada con un disparo cruzado al segundo palo que dejó sin opciones a Bernd Leno. Fue el octavo gol del delantero ghanés en lo que va de campaña, y no pasó desapercibido para los ojeadores del Liverpool, que ya lo tienen en su radar.
Aunque el Fulham tuvo tiempo para reaccionar, la noche estaba destinada a ser de Kepa Arrizabalaga. El guardameta vasco firmó siete intervenciones de gran nivel, destacando una estirada sensacional ante un remate de Alex Iwobi en el tramo final. Su actuación resultó determinante para que el Bournemouth cerrara el partido con su portería intacta.
La intensidad inicial de los locales se mantuvo durante buena parte del encuentro, y solo la falta de acierto evitó un marcador más amplio. A pesar de que el Fulham apretó en el segundo tiempo con llegadas de Rodrigo Muniz y Ryan Sessegnon, el equipo de Iraola supo resistir.
Esta victoria no solo representa un respiro clasificatorio, sino también anímico. El técnico vasco celebró con rabia un triunfo muy necesario que devuelve confianza a un grupo que había perdido fuelle justo cuando coqueteaba con los puestos europeos. Con seis jornadas por disputarse, en el Vitality Stadium todavía creen que Europa es posible.