José López6 min lecturaEn un año muy convulso por las actuaciones arbitrales, la ambigüedad con los penaltis, las diferencia de criterio de los comités a la hora de castigar o la resolución del Real Betis de irse a la justicia ordinaria para evitar que Canales cumpla los cuatro partidos con que le sancionó Competición, la tensión en este tramo final de temporada puede alcanzar cotas nunca antes vistas. Los árbitros, de hecho, han amenazado con parar el campeonato si crecen lo que consideran ataques desproporciados. Y con lo que hay en juego en las últimas jornadas, por experiencia, la lógica dice que esto puede ir a más.
El presidente de la RFEF, Luis Rubiales, pidió antes de la final de Copa del Rey que no se le echara "más gasolina al fuego" y, de momento, todo se ha calmado un poco con ese 'parón' de diez días que ha habido entre jornadas. Pero ante cualquier chispa puede volver a saltar.
El tema arbitral fue otro de los que se tocaron en el segundo programa de "La Prórroga de Estadio Deportivo", donde alguien acostumbrado a tratar con árbitros desde una pista de balonmano, el internacional sevillano Juan Andreu, dejó reflexiones que tal vez deberían tomar en cuenta el colectivo arbitral y, sobre todo, los dirigentes que están sobre ellos.
"Posiblemente, los árbitros tengan un poco de miedo a ser el centro de atención y a la prensa, sobre todo a la de Madrid y Barcelona. Lo que no se puede permitir es que un jugador no pueda hablar después de un partido, con el corazón a 100 revoluciones, cabreado por la derrota de tu equipo y no pueda decir que el árbitro tiene una idea premeditada. No has insultado al árbitro, no te has metido con nadie, has dado tu opinión personal y eso son cuatro partidos", reflejaba el actual dirigente del Proin Balonmano Triana, quien cree que va a llevar a una situación radical por parte de jugadores y clubes: "Van a conseguir que los clubes empiecen a pagar multas porque los jugadores no hagan declaraciones o que los futbolistas den monosílabos como respuesta".
En este sentido, mostraba las diferencias que hay con el estamento arbitral de otros deportes. "Tiene mucho que mejorar el fútbol español. En balonmano siempre hemos tenido las mejores parejas de árbitros de Europa, que han pitado finales de Champions, de Mundiales... En balonmano puedes hablar siempre con los árbitros, con respeto. Mejoraría mucho el arbitraje español si pudiésemos escuchar las conversaciones a micrófono abierto en el campo o con el VAR. Humanizaríamos más a los árbitros. Empatizaríamos mucho y se quitarían el temor que tiene. El público normal, no 'hoolingan', los entendería", añade.
El redactor de ESTADIO Deportivo, Rafa Cala, por su parte, cree que el 'Caso Negreira' ha añadido presión sobre ellos en una temporada ya de por sí complicada. "Se han encontrado con el 'Caso Negreira' y lo usan como escudo. La mayor parte de árbitros no saben nada de este tema, buscan protegerse, pero no creo que ésta sea la forma correcta ganarse enemigos con compañeros con los que comparten trabajo, como futbolistas, clubes, aficiones... Los aficionados lo que buscan es la verdad y que todo se resuelva lo mejor posible", afirma.
El otro compañero, Antonio José Medina, añadía un dato más en el que, además, coinciden los entrenadores de Sevilla y Betis. "Pellegrini y Mendilibar coincidieron en una palabra sobre los árbitros en los últimos partidos y es la falta de personalidad. No creo que tomen determinadas decisiones por una falta de preparación o porque sean malos árbitros, sino por lo que les están obligando a hacerlo", señala.
Ante esto, Juan Andreu añadía algo más y es la presión que soportan desde las dos principales ciudades del país. "Ellos -los clubes más poderosos- tienen una maquinaria detrás que pone en el punto de mira a los árbitros. Entiendo que un árbitro cuando Delaney le aplauda lo eche y cuando sea Vinicius se lo piense, y se pare a pensar que mañana me matan o que en el Instagram de mis hijos aparecen cuatro locos porque le he echado una segunda amarilla...", indica.
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