El Manchester United prepara una oferta histórica por Bellingham

El Manchester United prepara un movimiento extraordinario para intentar recuperar protagonismo en la élite europea. El club inglés estaría dispuesto a lanzar una oferta sin precedentes por Jude Bellingham, actual futbolista del Real Madrid, en una operación que pondría a prueba la firmeza del conjunto blanco y la voluntad del jugador

El Manchester United prepara una oferta histórica por Bellingham
Bellingham, objetivo del Manchester United - CORDON PRESS

Tras varias temporadas irregulares y aún lejos de reencontrarse con su mejor versión competitiva, el Manchester United sigue buscando un líder que marque diferencias dentro y fuera del campo para recuperar la grandeza perdida en los últimos años. Ni los cambios constantes en el banquillo ni las fuertes inversiones de los últimos mercados han conseguido devolver a Old Trafford al lugar que históricamente ha ocupado. En ese contexto, la dirección deportiva ha identificado un nombre propio para encabezar su nuevo proyecto: Jude Bellingham.

Según informa OK Diario, el club inglés está dispuesto a poner sobre la mesa hasta 200 millones de euros para intentar sacar al centrocampista del Real Madrid el próximo verano. La propuesta incluiría, además, un contrato de larga duración para el futbolista, con un salario cercano a los 15 millones de euros netos por temporada, prácticamente el doble de lo que percibe actualmente en el Santiago Bernabéu.

El interés no es casual. En Old Trafford consideran a Bellingham el perfil ideal para convertirse en el futbolista franquicia del equipo: liderazgo, jerarquía, llegada al área y una edad, cumplirá 23 años en el próximo mercado estival, que le permitiría marcar una época. Sin embargo, el primer gran obstáculo no es económico, sino personal.

La postura del Real Madrid y del propio jugador

Desde el entorno del Real Madrid el mensaje es claro. A pesar de que el club no descarta realizar alguna gran venta a final de temporada si el curso termina sin títulos, Jude Bellingham está catalogado como intransferible. El inglés forma parte del núcleo duro sobre el que Florentino Pérez quiere construir el proyecto de la próxima década, junto a nombres como Courtois, Militao, Tchouaméni o Mbappé.

El propio jugador tampoco contempla, al menos por ahora, un cambio de aires. Bellingham llegó a Chamartín en el verano de 2023 tras una operación que rondó los 120 millones de euros, variables incluidos, y su intención es triunfar vestido de blanco. Por ello, según la misma fuente, está dispuesto a hacer oídos sordos a la tentadora propuesta del United.

Con contrato hasta junio de 2029 y una cláusula de rescisión fijada en 1.000 millones de euros, el margen de maniobra para cualquier club comprador es mínimo. Ni siquiera una cifra récord como la que prepara el United parece suficiente para abrir una negociación formal.

De fenómeno inmediato a rendimiento irregular

El caso Bellingham sigue generando debate. Su irrupción en el Real Madrid fue estelar. En apenas seis meses pasó de ser un fichaje estratégico a convertirse en uno de los mejores futbolistas del mundo, liderando al equipo hacia LaLiga y Champions League, firmando números de Balón de Oro. La fatídica lesión de hombro sufrida ante el Rayo Vallecano frenó en seco aquella progresión.

Desde entonces, su rendimiento ha sido más irregular. La pasada temporada jugó condicionado físicamente y con una protección que limitó su movilidad. En la actual, ya recuperado y operado, el bajón resulta más difícil de explicar. El inglés acumula 120 partidos oficiales, con 43 goles y 32 asistencias, cifras notables, pero lejos del impacto que tuvo en su primer curso.

Un ofertón que no garantiza nada

En Manchester están convencidos de que necesitan un golpe de efecto para volver a la élite, pero en Madrid mantienen la calma. Da igual que la oferta alcance los 200 millones: salvo giro inesperado en el rendimiento o en la voluntad del futbolista, Bellingham no se mueve.

El United prepara su ofensiva, pero el Real Madrid, de momento, ni escucha. Y Jude, pese a las dudas recientes, sigue siendo una pieza intocable en el proyecto blanco.