Vinícius recibe una gran pitada en el Bernabéu y responde con un gesto en redes sociales
La victoria del Real Madrid ante el Sevilla quedó marcada por la reacción del Santiago Bernabéu hacia Vinícius Júnior. Los silbidos al ser sustituido y un posterior cambio en sus redes sociales convirtieron una noche tranquila en un episodio cargado de simbolismo y preguntas abiertas, mientras el club negocia su renovación
El Real Madrid ganó, pero sigue sin convencer y, sobre todo, dejó una de esas imágenes que trascienden el resultado. En el minuto 83 del partido frente al Sevilla, cuando Vinícius Júnior fue sustituido, el Santiago Bernabéu respondió con una pitada clara, sostenida y difícil de ignorar. No fue un hecho aislado ni espontáneo, sino el desenlace de un partido espeso y de una relación que atraviesa uno de sus momentos más delicados.
El brasileño no tuvo su mejor noche. Errático en la toma de decisiones, poco incisivo en el uno contra uno y lejos de la influencia que se le exige, fue perdiendo crédito con el paso de los minutos. Ya había recibido silbidos durante la presentación inicial y tras algunas acciones fallidas, pero el cambio marcó el punto de ruptura. Mientras su dorsal aparecía en la tablilla del cuarto árbitro, la grada descargó su frustración. Los aplausos solo llegaron cuando se anunció el nombre de Gonzalo, el canterano que entraba al campo.
Una sustitución que resumió el malestar
Vinícius caminó hacia el banquillo con gesto serio y sin aspavientos, escuchando una bronca poco habitual hacia un jugador de su dimensión. La escena reflejó la división de la afición: cansancio por la falta de gol, encadena varias semanas sin marcar, y, al mismo tiempo, el recuerdo de un futbolista decisivo en noches grandes del pasado reciente.
El contexto tampoco ayuda. El equipo ofrece un juego irregular, el liderazgo ofensivo no está claro y la figura del extremo brasileño, lejos de servir como refugio, se ha convertido en el foco de las críticas. No es solo una cuestión de rendimiento puntual, sino de sensaciones acumuladas.
Un gesto silencioso tras el partido
Lo más comentado, sin embargo, llegó después del pitido final. Poco tiempo después del encuentro, Vinícius cambió su foto de perfil en Instagram. La imagen en la que aparecía con la camiseta del Real Madrid fue sustituida por otra defendiendo los colores de la Selección brasileña. Un gesto aparentemente menor, pero cargado de intenciones en un contexto tan sensible.

A ese cambio se sumaron dos historias publicadas con imágenes del partido, acompañadas únicamente por tres puntos suspensivos. Una ambigüedad que muchos interpretaron como una respuesta a lo vivido en el estadio. No hubo palabras, pero sí una sensación clara de distanciamiento momentáneo.
Un conflicto que viene de lejos
Este episodio no surge de la nada. Ya en el último Clásico se habían visto gestos de frustración, reproches visibles y una tensión creciente entre Vinícius y su entorno competitivo. La percepción de que goza de cierta permisividad dentro del club, unida a la falta de continuidad en su rendimiento, ha ido erosionando la paciencia de una afición que es soberana.

Los números de la pasada temporada avalan su peso histórico en el equipo, pero el presente manda. Y el Bernabéu, cuando percibe desconexión entre esfuerzo y resultado, no suele mirar al pasado.
Un futuro que exige recomponer puentes
El club sigue considerándolo una pieza estructural del proyecto. Su valor deportivo y económico está fuera de duda, pero el apoyo incondicional de la grada ya no es automático. La renovación pendiente y el momento deportivo obligan a recomponer puentes, dentro y fuera del campo.
La noche terminó sin titulares deportivos para Vinícius, pero con una imagen potente: una pitada difícil de olvidar y una foto de perfil que, siendo un simple gesto, lo dijo casi todo.