Aitor Torvisco6 min lectura
Mallorca
Finalizado1 - 2R. Sociedad
La Real Sociedad se impuso al RCD Mallorca en la tarde-noche del domingo en el estadio de Son Moix por 1-2, con un gol de Mikel Merino en el minuto 92. Antes, en la primera parte habían marcado Antonio Sánchez, para los locales, y Take Kubo, para los visitantes. Con el triunfo, el cuadro 'txuri-urdin' recupera la sexta plaza de la clasificación de LaLiga EA Sports y rompe una racha de cinco partidos seguidos sin marcar (y sin ganar, evidentemente), pero de lo que todo el mundo habla es del arbitraje del siempre controvertido Pablo González Fuertes. No gustó ni a unos ni a otros. Y su posterior redacción del acta, muy dura y contundente, tampoco le va a granjear amistades al asturiano. Nada más lejos, pinta a que va a levantar ampollas.
Las decisiones González Fuertes dieron mucho que hablar en un partido que se calentó bastante a última hora y en el que hubo 13 amonestaciones y cuatro expulsados. Ocho tarjetas amarillas vio el cuadro balear, otras cinco más fueron para los donostiarras, sendos miembros de cada cuerpo técnico vieron rojas directas y el capitán malloquinista, Antonio Raíllo, vio una doble amonestación antes del descanso. No obstante, ya con el partido acabado, la tensión no sólo no amainó sino que fue en aumento. Así, el escrito del colegiado recoge otra roja directa a Van der Heyden y también diversos incidentes con técnicos y con el público de Son Moix, además de mostrarse especialmente descriptivo con las expulsiones, lo que viene a augurar un buen número de sanciones cuando se reuna el Comité de Competición de la RFEF.
Los bermellones jugaron toda el segundo tiempo en inferioridad numérica por la expulsión del central Antonio Raillo, que vio dos tarjetas amarillas en los últimos minutos del primer periodo. "Raíllo se equivocó", asumía Javier Aguirre en rueda de prensa, intentando apagar el incendio. No pensaban lo mismo sus jugadores. De hecho, el delantero del Mallorca Abdón Prats sugirió que González Fuertes debería ser sancionado por actuaciones como ésta. "La entrada a Sadiq no era agresiva. Así como ahora hay una posibilidad de que hayan tarjetas azules, también debería haber una tarjeta para sacársela a los colegiados", declaró ante los micrófonos de Movistar+LaLiga visiblemente enfadado. Y eso que aún no había visto el acta.
La expulsión de Raíllo se debió a una amarilla en el alargue de la primera mitad (45+3') por, según el acta, "golpear con el brazo a un rival de forma temeraria". Apenas unos segundos después, mostró la segunda amarilla y expulsó al central por "protestar la decisión realizando gestos de desaprobación con su mano derecha de forma reiterada". Es decir, no le gritó nada ofensivo, como podía parecer. Tampoco le insultó ni le profirió desprecio o desconsideración alguna Siebe Van der Heyden, quien vio la roja directa con el duelo ya acabado por, literalmente, "recorrer todo el campo para protestar y gritar a viva voz en los siguientes términos: "Muy mal, muy mal". No parece tan grave a simple lectura, pero todo apunta a que les caerá un partido de sanción a cada uno.
Por un lado, el preparador físico de la Real Sociedad David Casamichana fue expulsado en el minuto 55 "por protestar una decisión al asistente aplaudiéndole". Además, en el minuto 90' el segundo entrenador del RCD Mallorca, Antonio Amor, corrió la misma suerte "por protestar una decisión desde el área técnica a viva voz y realizando gestos de desaprobación de forma repetida". Ambos se exponen a dos partidos según el artículo 127 relativo a las protestas al colectivo arbitral.
Más grave aún podría ser lo del entrenador de porteros del equipo balear. "Cuando nos dirigíamos hacia los vestuarios y dentro del túnel, el entrenador de porteros del RCD Mallorca, Luis Vicente De Miguel Rivera, se dirigió al equipo arbitral en los siguientes términos 'Sois unos payasos', siendo identificado por el asistente 2". Como poco le pueden caer otros dos encuentros, si no alguno más.
Además, el Mallorca podría ser multado por Antiviolencia, ya que su afición tampoco se libró del bolígrafo acusador de González Fuertes. "En el descanso del partido, el coordinador de seguridad nos informa que la policía nacional identificó a varias personas por, presuntamente, proferir escupitajos hacia el equipo arbitral cuando alcanzaba el túnel de vestuarios".
