Hace historia en la Eurocopa y se carga a una campeona de Europa

Varias selecciones tenían la repesca como última oportunidad para estar en la cita de este verano en Alemania. Y tras ganar en la tanda de penaltis, la selección georgiana ha conseguido su billete por primera vez

Hace historia en la Eurocopa y se carga a una campeona de Europa
La selección de Georgia jugará por primera vez la Eurocopa. - X / Selección Georgia
Alberto GálvezAlberto Gálvez 4 min lectura

Una tanda de penaltis decantó la eliminatoria disputada entre Georgia y Grecia (0-0) para lograr la clasificación para la próxima Eurocopa que se disputará en Alemania este próximo verano. Y para sorpresa de todos, la que logró finalmente el billete para estar en tierras germanas fue la selección georgiana, que disputará dicho campeonato por primera vez en toda su historia.

Grecia, que fue campeona en 2004 cuando se impuso a Portugal, no fue capaz de perforar el marco defendido por el guardameta valencianista Mamardashvili ni en el tiempo reglamentario ni en la prórroga. Y para colmo, el meta del conjunto che resultaría decisivo con sus intervenciones en los penaltis, donde detuvo el primer lanzamiento griego. No obstante, el fallo de su compañero Mikautadze hizo que los penaltis cobrasen más emoción si cabe. Pero, finalmente, Giakoumakis mandó el balón fuera y Kvekveskiri no falló desde los once metros y puso el definitivo 4-2 para sellar el pase de Georgia y desatar la euforia entre los 55.000 espectadores que asistieron al partido en el estadio Dinamo Arena de Tiflis.

Sin duda, un duro varapalo más para Grecia, entrenada por el exzaragocista y exbético Gustavo Poyet, que no juega la Eurocopa desde 2012 y que no ha participado en los dos últimos mundiales. Los georgianos, dirigidos por el francés Willy Sangol, hicieron historia ya que desde la independencia de la Unión Soviética en 1991 nunca habían disputado un torneo de naciones.

En cuanto al partido, el equipo heleno mereció más, ya que controló el esférico, aunque le faltó ambición y más dinamita en ataque. Centrados y empleando mucha dureza contra la estrella del Nápoles, Khvicha Kvaratskhelia, trataron de neutralizar a los locales. Incluso pidieron penalti a los 36 minutos, pero el árbitro no consideró que hubiera contacto en un balón dividido.La mejor ocasión del primer tiempo la tuvo al filo del descanso en sus botas Chakvetadze de lanzamiento de falta directa, ya que el balón fue despejado con la yema de los dedos por el griego Vlachodimos cuando se colaba dentro de su portería. Pero los dos equipos se fueron al descanso con empate sin goles y todo por decidir en la segunda parte.Y de camino a los vestuarios, el árbitro polaco Szymon Marciniak, que dirigió la final del pasado Mundial de Catar, tuvo que solucionar una tangana que estalló con dos tarjetas rojas para jugadores de los banquillos.

Grecia dominaba el balón a placer, aunque sin crear grandes ocasiones de gol ante el valencianista Mamardashvili. Mientras, los georgianos apostaban claramente por el contraataque. A falta de quince minutos para el final, Sagnol perdió la paciencia y reemplazó al héroe del partido ante Luxemburgo, Zivzivadze, por el delantero del Metz, Mikautadze, en busca de un milagro.Los 90 minutos acabaron sin goles y los equipos se vieron condenados a una infernal prórroga, en la que única ventaja local era que los griegos sumaban ya cinco tarjetas amarillas.En el tiempo extra apareció de manera providencial Mamardashvili para despejar de manera espectacular un disparo envenenado de Bakasetas. Al mismo tiempo, vería como el cabezazo de Mavropanos a la salida de un córner era escupido por el larguero.A falta de diez minutos para el final, Kvaratskhelia dijo basta y tuvo que ser sustituido con problemas musculares, pero los locales no se rindieron y encontraron su recompensa en la tanda de penaltis para estar entre las principales potencias europeas el próximo verano en Alemania.

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