Bryan Gil y su vuelta al Sevilla: "Todo pasa por algo"
El extremo cedido en el Girona ha repasado su carrera deportiva y el momento en el que regresó al Sevilla en 2023 tras seis meses para olvidar en Londres; nunca olvidará la celebración de la Europa League por las calles de Sevilla: "No he visto tanta gente en mi vida"

Uno de los canteranos más queridos de la reciente historia del Sevilla Fútbol Club es sin duda Bryan Gil. El extremo de Barbate, de 24 años, salió del club de Nervión en 2021 para fichar por el Tottenham, donde nunca tuvo oportunidad demostrar su valía. Logró volver cedido al Sevilla en el mercado de enero de 2023 y ahí vivió el mejor momento de su carrera deportiva, levantar un título con el club de sus amores.
Ahora, tras una nueva temporada cedido en el Girona y ver cómo ésta se le acababa antes de tiempo por lesión de ligamentos, el barbateño concedía una entrevista a Post United donde recordaba esa segunda etapa en Nervión, donde primero lo dirigió Sampaoli y después Mendilibar. "Estaba bastante loco y era muy pasional pero también era un entrenador muy cercano al jugador", confiesa sobre el técnico de Casilda.

Su vuelta a Nervión fue posible porque el verano anterior su segunda cesión al Valencia se rompió en el último momento, quedándose en Londres hasta enero, cuando apareció el Sevilla. "Siempre digo que todo pasa por algo y ese año fue la prueba. Si no salí al Valencia en verano fue porque el destino me tenía preparado algo mejor y fue en este caso ganar la Europa League con mi equipo, levantar un título con el equipo que me vio crecer", relata el internacional español.
En su vuelta a Sevilla, Bryan Gil confiesa que sintió "mucho el cariño de la afición". "También de los trabajadores del club que hacía años que no veía, de los fisios del club que había coincidido con ellos cuando era pequeño... La verdad que la vuelta fue muy bonita", añade el futbolista del Girona. Y en Nervión tocó el cielo ganando la Europa League frente a la Roma de Mourinho. "Para mí era un sueño levantar un título con el Sevilla después de seis meses que pasé en Londres que no fueron muy buenos, después de ese primer año que prácticamente yo creo que caí en depresión, ver que el fútbol te recompensa, que disfrutas de jugar al fútbol, fue algo brutal y no me lo esperaba para nada porque cuando yo llegué estábamos en una situación peligrosa y nadie se esperaba que íbamos a acabar el año como lo acabamos", recuerda.
Ese momento, y sobre todo esa celebración en el bus por Sevilla, no se le olvidará nunca. "El mejor momento de mi carrera sin ninguna duda. Estaba tan metido en ganar, en que no podíamos perder porque iban a ser lo peores días de mi vida... Recuerdo alguna tangana pero no vi nada fuera de lo normal. La celebración en el bus por Sevilla fue brutal, no he visto tanta gente en mi vida, más que incluso en el momento en que Montiel mete el penalti y ya eres ganador, ese paseo en el bus fue brutal. Tenía esa desmotivación de los primeros seis meses, no imaginaba que eso era ser futbolista, yo solo pensaba en disfrutar y jugar siempre pero tienes muchos baches que son importantes que te pasen para ir madurando", reconoce el gaditano.

Durante la entrevista, Bryan Gil también habla de cómo vivió su fichaje por el Tottenham cuando era otro equipo el que lo tenía muy avanzando. "Fue un fichaje bastante inesperado, con el club que tuve conversaciones mas avanzabas y teníamos casi todo cerrado era el Marsella pero de la nada me llama mi representante, me cuenta lo del Tottenham, yo era joven y allí había figuras como Kane, Son... Me llamó Nuno y me convencieron. El fichaje se cerró estando yo en los Juegos Olímpicos", explica.
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También tuvo tiempo para hablar sobre una figura como José Antonio Reyes y como era comparado con él en los inicios de su carrera en la cantera del Sevilla, algo que nunca le llegó a afectar en su rendimiento: "No tuve la oportunidad de hablar con él, me hubiera encantado porque junto con Jesús y Puerta eran los referentes cuando yo era pequeña y a lo que todos aspirábamos, ser como ellos pero nunca tuve la suerte de hablar con él pero no me afectaron comparaciones, yo era tan inocente y tan niño que no existía esa presión en mí".