El Sevilla FC, que recuperó en 2022 su tradicional almuerzo en el Real de la Feria tras dos años de ausencia por el COVID, no programará este 2025 ningún acto oficial de la primera plantilla por la crispación social que rodea al primer equipo y sus dirigentes. Ya en 2023 y 2024, la presencia nervionense en el recinto de Los Remedios se limitó a la comida del filial, que sí se seguirá produciendo (como un encuentro privado de la sección femenina), y una recepción a la prensa que suele cubrir entrenamientos, ruedas de prensa y partidos, aunque este año no se ha considerado pertinente. Y no tanto por un tema económico o logístico (la Peña Sevillista Macarena había ofrecido su caseta, como otras veces), sino por razones de seguridad. Entienden los dirigentes y los capitanes que no estaría bien visto su presencia entre farolillos con el descenso acechando, pues podría producir alguna situación incómoda en contextos en los que se bebe de más y la gente se desinhibe.
Pese a lo mencionado, hay una recomendación, que no una prohibición como tal, pues altos ejecutivos se dejaron ver pese al parecido contexto en la edición del año pasado. La plantilla de Joaquín Caparrós se ejercitará hasta este viernes, cuando almorzará en la Ciudad Deportiva José Ramón Cisneros Palacios antes de desplazarse al Aeropuerto de San Pablo y tomar un avión hacia Vigo, donde el sábado visitará al RC Celta y regresará el mismo día, pues el domingo está prevista una cesión a las 11:30 horas en la Carretera de Utrera debido a la jornada intersemanal de la próxima semana, con choque en casa ante la UD Las Palmas a las 21:30 horas del martes 13 de mayo. Si para entonces la permanencia ya es una realidad matemática, posiblemente se adelanten decisiones que están ya ultimadas y que supondrán un nuevo tijeretazo al organigrama blanquirrojo.
Según avanza 'Muchodeporte', Del Nido Carrasco podría haber decidido prescindir de José Ignacio Navarro, su psicólogo personal que, según la acusación de Del Nido Benavente, ejerce de director general, culpando muchos (no sólo el máximo accionista) a José Ignacio Navarro de ser el responsable de salidas tan comentadas como la de José María Cruz de Andrés, Fernando Navarro o el propio Monchi. Oficialmente director de Estrategia y Desarrollo Corporativo, su presunta filiación bética y su actitud, como cuando tuvo que refugiarse de unos energúmenos tras la derrota ante el Atlético de Madrid, tras salir con una inapropiada sonrisa que algunos entendieron como una provocación, que no justifica en ningún caso la reacción de quienes le increparon. Otro puesto que peligra, pese a su reciente ratificación, es el de Víctor Orta, que se llevaría consigo, lógicamente, a sus ayudantes Gaby Ruiz y Alberto Cordero (otro posible 'infiltrado' bético). El abogado y secretario del consejo Alberto Pérez-Solano no peligra en principio. Por el madrileño, cuya labor está en entredicho con argumentos, ya suenan varios posibles sustitutos.