El Sevilla FC anunciaba esta semana que el jueves 27 de marzo de 2025 habrá nueva junta extraordinaria de accionistas a petición de José María del Nido Benavente, incansable en su lucha por recuperar el poder en los juzgados. Será la cuarta cita extemporánea auspiciada por el que fuera presidente entre 2002 y 2013 de la entidad blanquirroja, sexta (contando las ordinarias) en dos años exactos cargados de citas en Los Lebreros, a cual más tensa. Todavía con el Mercantil de parte del actual consejo de administración, demandado por desobediencia y delito societario, el veterano letrado clama por su derecho al voto individual para hacer valer su mayor número de títulos de la sociedad, se supone que de nuevo con 'Los Americanos' de su lado, si bien su primogénito está consiguiendo de momento que sigan vigentes el pacto de gobernabilidad de 2019 y la agrupación de acciones de 2018 para la representación de las minorías.
No se resigna el cabeza de familia a esperar hasta 2027 para recuperar el cetro de mando, por lo que aprovecha cada oportunidad que se le presenta para atizar a los actuales rectores y alentar a la masa sevillista. A distancia, ya que pesa sobre él como abonado una prohibición de acceso al Ramón Sánchez-Pizjuán por su incidente en el último derbi con el abogado del club, Lucas Fernández de Bobadilla, ha recogido el guante de la publicación por parte de LaLiga de los nuevos límite salariales tras el mercado invernal para denunciar la ridícula cifra que la patronal de los clubes concede a Víctor Orta para confeccionar su próxima plantilla, que no llega ya ni a los 700.000 euros. A través de una nueva publicación en sus perfiles oficiales de las redes sociales, Del Nido Benavente hace escarnio con el tema: "La ruina que avisaba. LCPD del Sevilla FC, ¡684.000 euros! Sueldo del presidente okupa, 1.000.000".
Añade el otrora mandamás blanquirrojo que "hay más dinero para contratar béticos que para fichar jugadores" y se lamenta: "Carrasco y Castro, los 'Contrabéticos', nos han hundido. Ni un día más de esta vergüenza. ¡Fuera ya! Sevilla es de los sevillistas". Un alegato que se une a los anteriores, en los que añadió al "peor director deportivo del fútbol español" entre sus objetivos, pues, si bien no ha profundizado todavía en el que sería su proyecto futbolístico, más preocupado del aspecto económico, deja entrever que no quedarían prácticamente ninguno de los integrantes de la mayoría de departamentos que componen el club si se consuma algún día su desembarco por segunda vez.