Betis y Sevilla, al límite

Real Betis y Sevilla FC han apurado al máximo en el mercado invernal su LCPD (Límite de Coste de Plantilla Deportiva): los verdiblancos, para lograr la cesión por parte del Manchester United del extremo Antony Matheus dos Santos (que lleva tres goles, una asistencia y un penalti provocado en cuatro partidos) y comprar al delantero 'Cucho' Hernández (procedente del Columbus Crew estadounidense a cambios de 13 millones fijos y uno en variables), gracias a los réditos del traspaso al Como 1907 de Assane Diao (que reporta 11,5 millones de euros por el 80% del pase), así como los préstamos con obligación de compra de Rui Silva al Sporting CP (4,75 millones fijos y uno en bonus) y de Juanmi Jiménez al Getafe CF (un millón, que se activa con la permanencia azulona), más los ahorros de sus sueldos y el de Iker Losada, que acabará el curso en el RC Celta; y los blanquirrojos, para las compras a plazos de Akor Adams (5,5 millones para el Montpellier) y Rubén Vargas (2,5 al Ausburgo), tras las salidas del jubilado Jesús Navas, el 'devuelto' Valentín Barco, Pedro Ortiz (a coste cero, pero con pluses al Córdoba CF) y Gonzalo Montiel (River Plate paga 4,25+0,5 millones).

El resultado es que heliopolitanos y nervionenses son dos de los cinco clubes de Primera división (junto a UD Las Palmas, RCD Espanyol y CD Leganés) que han visto rebajados sus horizontes salariales respecto a los de septiembre, justo tras el mercado veraniego. Y es que LaLiga ha publicado este martes, después de los ajustes invernales, cómo queda esa ránking, compuesto por la cifra otorgada a cada entidad para sus primeros equipos y filiales, derivada de sus ingresos y gastos declarados; en definitiva: cuánto puede gastar cada uno, según sus activos, en emolumentos, amortizaciones y compras directas. El Real Betis sigue siendo el sexto más elevado de la División de Oro del fútbol español, ahora más cerca de los 108 millones de euros (108.387) que antes, cuando rozaba los 109 millones (108.990). No en vano, el CEO de la institución de La Palmera ya confesaba recientemente que habían sobrado apenas 48.000 euros. Por su parte, el Sevilla FC sigue a la cola, dada su exagerada deuda y los escasos ingresos extraordiarios y ordinarios derivados de la participación en Europa (inexistente este ejercicio).

Si ya hace cinco meses la cifra llamaba la atención por paupérrima, sin parangón en Primera y Segunda división, el margen de maniobra se ha reducido todavía más, pasando de los 2.499.000 euros a 684.000. Una muestra del complicadísimo encaje de bolillos que tienen que realizar los dirigentes de Eduardo Dato, con su director deportivo, Víctor Orta a la cabeza, para confeccionar una plantilla de garantías gastando solamente lo preciso. A pesar de todo, en el Ramón Sánchez-Pizjuán se ha realizado la segunda máxima inversión en conjunto del fútbol español este mes de enero (ocho millones de euros), sólo por detrás de los 13 millones desembolsados por su eterno rival. En La Palmera, con la regla 1:1 activa desde el verano, las cuentas eran más sencillas, ya que se reservó únicamente lo que se quiso para cuadrar su presupuesto, pero LaLiga le permite gastar todo lo ahorrado o ingresado. Con el tope salarial rebasado, el Sevilla FC podía reinvertir el 20% de los traspasos y el 60% de los sueldos que ya no pagará, por lo que ha tenido que ir jugando con las amortizaciones y los plazos bancarios.