LaLiga echa un cable al Sevilla, con el fantasma de la causa de disolución

Mientras el club planea dos grandes ventas antes del 30 de junio para cuadrar sus cuentas, se anuncian nuevos baremos para fijar el LCPD a partir de la temporada que viene

LaLiga echa un cable al Sevilla, con el fantasma de la causa de disolución
El palco del Ramón Sánchez-Pizjuán, en el último partido ante el Alavés. - Lince

Este martes, LaLiga ha hecho balance de la temporada 2023/2024, que cerró "con resultados económicos que refuerzan su posición como una de las competiciones futbolísticas más sólidas y dinámicas a nivel internacional". La patronal de los clubes ha alcanzado "un récord de ingresos", mantenido "estable su nivel de deuda" y "consolidado su solvencia financiera", todo ello en "un contexto de fuerte crecimiento de la actividad comercial y una histórica asistencia a estadios". La cifra total de ingresos normalizados se situó en 5,049M€, lo que representa "un incremento del 3,2% respecto a la temporada anterior​", superando en el ámbito comercial por segundo año consecutivo la barrera de los 1.000M€, "impulsada por nuevas estrategias de patrocinio y licencias, así como por una creciente presencia internacional". Por su parte, los aficionados han vuelto a llenar los estadios, alcanzando la cifra histórica de 16 millones de espectadores, con una ocupación media del 75,4%​.

El director general corporativo del ente, Javier Gómez, explicó también en un encuentro con los medios los cambios en el Límite de Coste de Plantilla Deportiva, conocido popularmente como tope salarial, para la flexibilización de las reglas que evite que muchos clubes que lo tengan rebasado dejen de ser competitivos y que fueron aprobadas en noviembre de 2024 por la comisión delegada. Por ejemplo, podrán hacer tres fichajes de jugadores, uno mediante traspaso y dos a coste cero de agentes libres, al comienzo de temporada, aunque estas incorporaciones estarán sujetas a ciertas condiciones encaminadas a que el incremento de gasto se compense en la siguiente campaña. Como desgrana Efe, serán unas altas a cámara lenta que se materializarán con inscripciones provisionales que deben ser definitivas el curso posterior con el dinero pertinente. Y un propietario podrá destinar de su bolsillo dos millones a la sección de fútbol femenino sin que influya en el cómputo del límite salarial.

Además, las incorporaciones deberán amortizarse en un máximo de cinco temporadas, aunque el contrato suscrito con ese jugador tenga una duración mayor, medida ésta implantada por la UEFA que hace suya LaLiga desde la campaña 25/26, cuando se implementará un cambio que sí atañe directamente al Sevilla FC, aunque la mano derecha de Javier Tebas evitó citar al club hispalense como ejemplo. Así, se instaura un límite salarial mínimo garantizado con el propósito de favorecer la igualdad y que no se vean perjudicados en caso de descenso. Éste será del 30% de su volumen de negocio, mientras que el que ya está vigente en Segunda división es del 40%. Los clubes excedidos podrán renovar igualmente jugadores menores de 24 años y que lleven al menos tres años en el equipo, aunque también con la condición de que deberán regularizar la situación financiera si no quieren ver reducido su LCPD el siguiente ejercicio.

Con los ajustes apuntados, los nervionenses no tendrían, como ahora, un tope salarial de 684.000 euros, el más bajo hasta la fecha entre sus iguales y, por supuesto, de su historia desde que existe la normativa de control financiero. A partir de ahora, ninguno bajará de 15 millones, según 'Marca', mientras que los blanquirrojos en esa 23/24 habrían tenido, con el nuevo baremo, unos 50 millones. Una ayuda, sin duda, que aliviará la delicada situación del Sevilla FC, que podría percibir mucho menos dinero de lo habitual por la TV dadas sus últimas clasificación ligueras y que, además, se ve amenazado, según algunos expertos, por una posible causa de disolución en caso de que a 30 de junio de 2025 los fondos propios sean inferiores a seis millones (la mitad de su capital social). Como la ampliación de títulos no interesa especialmente a los que mandan ahora, se prevén otras medidas correctoras que eviten ese riesgo, entre ellas, según ha podido saber ESTADIO Deportivo, dos grandes ventas con plusvalía.

Casi todas las miradas aquí se dirigen a Loïc Badé (por el que se pagó al Stade Rennais alrededor de doce millones de euros) y Dodi Lukébakio, con el que algunos en la planta noble del Ramón Sánchez-Pizjuán no están muy contentos. Más allá de que sus salidas invernales pudieran haber lastrado deportivamente al equipo en la segunda vuelta, ambos rechazaron propuestas muy jugosas tanto para ellos como para la entidad hispalense que, en gran parte, habrían solucionado el problema actual de las cuentas. El central desechó un traspaso al Aston Villa que, aparte de casi triplicarle los emolumentos, brindaba al Sevilla FC en torno a 26 millones fijos y seis en variables. Por su parte, el extremo, que costó 8+4 millones, no quiso marcharse al Al-Nassr de Cristiano Ronaldo, que le pagaba 8,5 millones netos de salario y que ponía sobre la mesa de Víctor Orta la friolera de 45 millones y algún bonus. En un par de meses como máximo se espera que ambos cambien de opinión.