La mentalidad ganadora de Alexis Sánchez, resumida en un minuto

Perteneció al Inter entre 2019 y 2022, primero como cedido por parte del Manchester United y, después, ya en propiedad. Al llegar, se encontró como competencia a Romelu Lukaku, que había costado a los 'neroazzurri' la friolera de 74 millones de euros, también procedente de los 'red devils', y que tenía cuatro años menos, así como un Lautaro Martínez que ya descollaba en San Siro con 21 desde el verano anterior. Peinaba canas Alexis Sánchez, aunque pensará ahora el chileno que quién pillara aquellos 30. El caso es que, contra todo pronóstico, quizás como ahora salvando mucho las distancias (no por el enorme nivel de sus rivales arriba, sino por venir bastante de vuelta con 36), el 'Niño Maravilla' acabó firmando cuatro goles y nueve asistencias en 22 partidos de la Serie A, lo que le valió seguir. En Milán completó unos guarismos notables (24+28 en 142 citas).

"Cuando yo estaba en el Inter, que llegaba del United, me lesioné por muchos motivos y estaban Lukaku y Lautaro haciendo goles. Y yo decía 'éste no me pone aunque yo lo haga bien todo ya'. Discutí con Antonio Conte, discutimos ya mal, pues pensaba que era injusto. Pero me puse a reflexionar. Primero está el club, el entrenador y, después, el jugador. Llegando a la casa, todo caliente, enojado y enfadado, me dije 'estoy mal, pero voy a dejar mi ego de lado. Es la decisión del entrenador y no la voy a cambiar'. Así que fui al otro día, golpeé la puerta y le dije 'mister, ¿podemos hablar?'. 'Sí', me dice, enojado. 'Primero que nada, le quiero pedir disculpas por la reacción que tuve ayer yo. Es que amo este deporte y quiero jugar. Y si no me pone en los últimos partidos, podemos perder'. Porque yo sentía que Lukaku y Lautaro estaban cansados en ese momento. Y yo le podía dar una aire al equipo que no tenía", explicaba recientemente en una entrevista el atacante andino.

"'Te prometo que, si me haces jugar, vamos a salir campeón'", añadió entonces Alexis ante el míster transalpino, que quedó convencido. Así lo desvela el protagonista: "Yo pensé en mi cabeza que tenía 15 minutos para demostrar que podía ser mejor que los otros. Llegaba todos los días al entrenamiento dos horas antes y me ponía a correr 15 minutos para que esos 15 minutos fueran a 100. Entré con 1-0 perdiendo en Parma y 'pum, pam', gol, asistencia de Lautaro. Al otro partido, Alexis titular. No tenía margen de error. Yo sabía que, si a Conte le fallaba en un pase, me sacaba. Hice dos goles (en ese 6-0 al Brescia las crónicas le adjudican uno de penalti y dos pases decisivos). Fue, me dio la mano y aseveró 'nada que decir'". Una buena muestra de la mentalidad ganadora que, unida a la experiencia, Cordón y Almeyda esperan que inculque al Sevilla FC.