El Sevilla da otro paso para protegerse ante la 'invasión' extranjera

El Sevilla FC vive una situación económica y deportiva realmente preocupante, como no se recordaba en Nervión desde hace más de dos décadas. Con el equipo jugándose la permanencia en este tramo final de temporada, el otro gran caballo de batalla se encuentra en el plano institucional. Cada encuentro en el Sánchez-Pizjuán viene acompañado de protestas multitudinarias contra la gestión de Del Nido Carrasco y su consejo de administración, mientras los 'Americanos' han dinamitado el tablero al retirar su apoyo a Del Nido Benavente y aliarse ahora con su hijo, tomando también forma la famosa Tercera Vía que representan Antonio Lappi o Fabrice Pastor. El caos está servido y en el ambiente flota la opción de una venta del club, como ya informó ESTADIO Deportivo. Por ello, la plataforma Accionistas Unidos viene dando pasos desde hace tiempo para "preservar la identidad" de la institución y protegerla ante la descapitalización que pudiera ocasionar la entrada de capital extranjero.

Para ello, en la junta de accionistas del pasado mes de enero ya expuso su deseo de que el Sevilla FC sea declarado Bien de Interés Cultural Etnológico (BIC), un proyecto en el que lleva trabajando desde hace meses de la mano de un grupo de investigadores y estudiosos sevillistas y que ha sido elevado a la Junta de Andalucía a través de su Consejería de Cultura, que es el organismo que debe dar curso a la declaración de BIC.

La respuesta desde el club de Eduardo Dato fue informar que se estudiaría la viabilidad de dicho proceso, encargando a sus servicios jurídicos analizar las consecuencias y el alcance de esta declaración y el procedimiento para llevarla a cabo, para lo cual se anunció el pasado mes de febrero que ya se habían establecido contactos con la citada Consejería de Cultura.

Como paso previo a todo ello, la noticia ahora es que el Ayuntamiento de Sevilla ha accedido a la declaración del Valor Inmaterial del Sevillismo, promovida también por Accionistas Unidos y el propio Sevilla Fútbol Club. "Entendemos justo reconocer el innegable VALOR INMATERIAL del Sevillismo, embajador internacional de nuestra ciudad y de la comunidad andaluza porque, más allá de estas gestas deportivas, ese valor se materializa en la creación de espacios de convivencia cívica de andaluces por el mundo, la enorme relevancia del club en el fomento del deporte a través de una de las canteras deportivas más importantes del país, la aportación de innovaciones en la propia técnica de la disciplina futbolística (la “Escuela Sevillista”) y en definitiva, el recorrido paralelo del club a la historia contemporánea de la ciudad, de manera que una no puede entenderse sin la otra, desde hace 135 años de historia. Sin duda, es una propuesta que refuerza el valor del fútbol más allá del ámbito deportivo, como un elemento de cohesión social y de identidad colectiva. El Sevillismo es merecedor de este reconocimiento, y a nuestro entender, sobran argumentos para apoyarlo en su promoción en todas las instancias públicas y privadas y a todos los niveles, incluido el institucional por parte de este Excmo. Ayuntamiento de Sevilla", reza la mota emitida por el Consistorio de la capital hispalense tras la aprobación del Pleno Ordinario.

Ya peleó por un mayor blindaje del estadio y la ciudad deportiva

Está por ver cuáles son las repercusiones y el alcance de todo este movimiento. Pero desde la citada plataforma de pequeños accionistas ya justificaron el objetivo al poner como ejemplo que "un posible futuro dueño del Sevilla FC podría trasladar al club a Miami o Moscú, o llevarse los trofeos a su casa o ponerle rayas azules o de otro color a la camiseta, o poner su cara en el escudo". En cambio, "si el Sevilla FC es declarado BIC no podría hacerlo", como sucede con el Recreativo de Huelva, el único club que ostenta dicha distinción en toda España. Como trasfondo, además, está la posibilidad de una venta del Ramón Sánchez-Pizjuán o la Ciudad Deportiva Cisneros Palacios, inmuebles para los que Accionistas Unidos ya pidió una mayor protección, consiguiendo en 2022 que la junta de accionistas aprobase elevar el blindaje, pasando de los dos tercios a los tres cuartos (75%) el capital necesario para realizar acciones sobre los bienes patrimoniales.