Francisco Salas3 min lecturaLa temporada de la Unión Deportiva Almería está prácticamente perdida después de 26 jornadas, en las que aún no saben lo que es ganar y cuentan solo con nueve puntos, a once del Celta de Vigo, que marca el límite. Es complicado -casi imposible- pensar en que se puede llevar a cabo el milagro de mantener la categoría, por lo que en la entidad ya están empezando a preparar la próxima temporada, donde tanto por el hecho de ser un recién descendido como por los recursos económicos que tienen, serán uno de los grandes candidatos a volver a Primera División.
La etapa de Gaizka Garitano en el Power Horse Stadium está herida de muerte, ya que no solo no ha ha cosechado una simple victoria, si no que además se ha enemistado con gran parte de la plantilla, que estaría muy contenta si no llega a la jornada 38. Sin embargo desde la directiva son más prácticos y al estar ya desahuciados, ven innecesario quemar a otro entrenador, que sería el cuarto del año. De hecho, tienen ya prácticamente decidido quién va a ser el nuevo inquilino del banquillo indálico, el almeriense Francisco. El problema del exjugador es que ha entrenado al Rayo Vallecano esta campaña y no podría sentarse de nuevo en un banquillo de LaLiga, sin embargo, volver a 'su casa' -donde ya entrenó entre 2013 y 2015- es algo que le seduce y no le importaría esperar hasta la 202/25 para buscar devolver a los rojiblancos a Primera, lo que le reafirmaría como una leyenda en Almería.
La otra variable de la no destitución de Garitano es puramente económica, ya que despedir a un técnico es caro, al tener que pagar finiquito y que obligaría a contratar a alguien que estuviera libre ahora y apostar por él, por lo que prefieren esperar a que finalice el contrato del ex del Eibar. Esta política difiere mucho de la del club que estuvo en la situación del Almería la pasada campaña, el Elche, que en las últimas jornadas contrató a Pezzolano para que se fuera haciendo con la plantilla y la ciudad y afrontará el proyecto de LaLiga Hypermotion con más garantías, algo que no les salió mal, ya que marchan quintos.
En la capital almeriense tienen claro que prefieren esperar y empezar de cero. No obstante, las últimas semanas están demostrando que su rendimiento es mejor que los puntos que se reflejan en la clasificación, lo que invita a pensar que manteniendo el bloque y sumando pequeños retoques que lo mejores, volver a la élite es algo que sucederá más pronto que tarde.