Pablo López, canterano del Valencia, llama la atención de Carlos Corberán

Nada ha cambiado en el Valencia, para desesperación de una afición que ve cómo las promesas de Peter Lim quedan por ahora en papel mojado. El dueño del club recibió en Singapur y Carlos Corberán, que regresó convencido de armar un proyecto para pelear por objetivos más ambiciosos. Para ello, el empresario asiático colocó a Ron Gourlay como máximo responsable deportivo, pero el ejecutivo inglés no ha variado un ápice la hoja de ruta de los últimos años: pocas inversiones y muchas dificultades para cerrar con tiempo los fichajes deseados.

Con las ventas de Mosquera y Yarek se han ingresado en torno a 25 millones de euros, pero de momento sólo se han gastado 3,6 en Copete y un millón en la cesión de Agirrezabala, pues Dani Raba aterrizó libre. A partir de ahí, ha habido negociaciones avanzadas por Nicolás Fonseca e Iván Azón, pero en el caso del mediocentro uruguayo todo quedó paralizado a última hora por problemas con el 'fair play' financiero, dándose prioridad a la llegada del delantero aragonés, frenada también sin razón aparente.

Aparte de esos dos refuerzos, el técnico de Cheste también ha pedido la llegada de otro punta, un extremo zurdo y un lateral diestro. Las sensaciones mostradas por su equipo en pretemporada muestran la necesidad de esos fichajes. Pero la inacción del club amenaza con dibujar otra campaña de sufrimiento en Mestalla y ya hay voces como las de Santi Cañizares que advierten Corberán: "Aquí ha habido muchos entrenadores que se han quedado, perdón por la expresión, en pelotas".

Pablo López pide paso

Ante esta situación, al entrenador valencianista no le está quedando más remedio que tirar de la cantera durante esta pretemporada, pues además ha dejado al margen de los amistosos a los descartados Hugo Guillamón, Sergi Canós y Cenk Ozkaçar. Son varios los futbolistas procedentes de la Academia que tratan de ganarse un sitio, pero sin duda quien más está llamando la atención es Pablo López.

Ya sea partiendo desde la banda (puede actuar en ambas) o por detrás del punta, el de La Manga se está consolidando como uno de los primeros recursos utilizados por el técnico desde el banquillo. Un revulsivo en toda regla que además está asumiendo responsabilidades, siendo por ejemplo el encargado de botar el balón parado. Así, en el último amistoso ante el Borussia Mönchengladbach rozó el gol con un disparo de falta, aportando también verticalidad y peligro en sus acciones ofensivas.

A sus 19 años, su sitio a priori debe estar en el Valencia Mestalla, donde ya jugó la pasada campaña 23 partidos, firmando tres goles y dos asistencias. Antes, había brillando durante dos campañas en categoría juvenil, tras aterrizar en 2022 procedente del Levante. Desde entonces, ha ido quemando etapas a una gran velocidad, alcanzando también la selección española sub 19 y debutando incluso con el primer equipo el pasado curso ante el Ourense, en la Copa del Rey.

Lucha para quedarse en el primer equipo

"Los que salimos desde el filial tenemos que intentarlo y salir a por todas. Siempre hay que dar lo mejor para el equipo. Esto es lo más grande que hay y hay que dar lo máximo posible para intentar quedarnos en el primer equipo”, aseguró el murciano tras el último partido. Ahora debe ser Corberán quien teme una decisión después de que ya lo elogiase cuando le hizo debutar: “Es un chico joven, pero con mucho desparpajo, se atreve, encara, tiene margen de mejora".