El Valencia pone a prueba la paciencia de Baraja

"A mí no se me ha olvidado de dónde venimos", asegura Rubén Baraja, que se niega a hacer cuentas para soñar con Europa y evita responder a las preguntas sobre su futuro y el estado de las negociaciones para renovar. Varios de sus antecesores se cansaron de ver promesas incumplidas y en Valencia muchas voces se preguntan hasta cuándo aguantará el 'Pipo'

El Valencia pone a prueba la paciencia de Baraja
Rubén Baraja, en su presentación con el Valencia, en compañía de la presidenta Lay Hoon y el director deportivo Miguel Ángel Corona. - Valencia CF
Aitor TorviscoAitor Torvisco 6 min lectura

"Rubén Baraja está callando muchas bocas", decía hace unos días un ilustre exfutbolista del Valencia CF como Juan Sánchez, quien remarcaba que desde fuera da la sensación de que el club (su propietario Peter Lim y sus adláteres) se empeña en poner a prueba su paciencia una y otra vez. En la misma línea se ha expresado en las últimas horas otro mito che como Mista, quien después de lo vivido en el mercado invernal de fichajes no puede evitar sentir "pena" por los pocos recursos que la entidad pone en manos de un entrenador y una plantilla que presentan numerosos méritos frutos del esfuerzo para sacar de donde no hay. Con un equipo extremadamente joven está luchando por volver a Europa; pero lejos de apostar por el proyecto, en enero sólo ha llegado Peter Federico, Gabriel Paulista ha sido literalmente regalado al Atlético y, para colmo, con Rafa Mir ha vuelto a hacer un ridículo compartido a partes iguales con un Sevilla FC en el que también abunda el surrealismo.

Desde el despido de Marcelino García Toral meses después de ganar la Copa del Rey de 2019, la situación no tardó en devorar a Albert Celades y la directiva decidió prescindir de José Bordalás pese a llegar a la final de 2022. Entre medias, Javi Gracia se cansó de promesas incumplidas y lo mismo ocurrió con Gennaro Gattuso, que se marchó perdonando salario y en no pocas ocasiones ha atizado públicamente a Peter Lim y a Meriton. Cuando no es porque las apuestas salen mal, es porque el club no cuida lo que le está dando rédito. Por eso, después del esperpento del mercado invernal, muchos se preguntan hasta cuándo será capaz de aguantar Rubén Baraja. De momento, el vallisoletano -el próximo 15 de febrero cumple un año en el banquillo- ha evitado responder a esa pregunta o valorar el estado de las negociaciones con el club para renovar su contrato en la rueda de prensa previa al partido ante la UD Las Palmas.

Salida de Gabriel Paulista y otro fichaje frustrado de Rafa Mir

"Lo de Gabriel fue una situación de última hora, las opciones que se presentaban no eran optimas y se decidió así. Es una situación que nos podía ayudar (en lo económico) y se valoró sin más", indicó sobre el central brasileño, habitual titular en sus onces. "Uno desea una cosa y luego no se concreta, pero creo que se hablaron las cosas, se comentaron y realmente se tomó la decisión de tratar de buscar que Rafa Mir viniera pero al final no pudo ser", añadió sobre el controvertido caso del delantero del Sevilla FC.

La renovación de Baraja por el Valencia

"La situación más cómoda para mí es que me preguntárais sólo por Las Palmas. Lo de la renovación son supuestos, yo me enfoco sólo en el partido de mañana. Ya habrá tiempo para estas valoraciones. Lo más importante es focalizar en el partido de Las Palmas", respondió de manera esquiva.

El cambio de Baraja en estos 12 meses como técnico del Valencia

"No sé en qué he cambiado. Físicamente, quizás. Igual tengo más canas (risas). Hay una diferencia cuando coges un equipo sobre la marcha y en dificultad, tratando de adaptarte rápido y otra cuando puedes trabajar desde cero desde pretemporada. Puedes asimilar conceptos, tienes más tiempo para trabajar... llevamos siete u ocho meses y todavía estamos repitiendo cosas que hacíamos en pretemporada. El fútbol es mucho de insistir, de que los conceptos calen. La temporada pasada tenías que sacar resultados de la mejor manera posible casi sin tiempo para trabajar. El equipo ahora está en absoluto crecimiento, tenemos un 'feedback' muy positivo con los jugadores. Te dan respuestas según el estilo de juego, la toma de decisiones. El equipo está convencido y cree en lo que hacemos".

¿Puede el Valencia aspirar a Europa?

"No pensamos en la sexta plaza. No planteamos las consecuencias antes de saber lo que va a pasar en el partido. Nos centramos en qué podemos hacer en el partido, en cómo hacerlo lo mejor posible. Si conseguimos ganar siempre nos llevará a subir puestos en la clasificación. Cuando hablamos del partido siguiente va enfocado a que nos centremos en cómo poder ser competitivos con el rival que tengamos. Cuando piensas en el 'y si...', te desvias de lo importante". "Para conseguir el objetivo deportivo queda mucho trabajo por delante. Podría venir aquí a contaros novelas de todo tipo, pero los objetivos hay que conseguirlos en el campo. Todos queremos ver al Valencia lo más arriba posible, pero todo ello conlleva su tiempo y su proceso. No podemos generar crispaciones absurdas cuando todos sabemos de dónde venimos. A mí no se me ha olvidado".

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