Final del culebrón entre Michael Jordan y la NASCAR
El mejor jugador de la historia de la NBA inició un pleito contra la NASCAR, acusando a la competición norteamericana de monopolio, pero finalmente han llegado a un acuerdo que ha puesto fin al juicio

Michael Jordan sigue estando en la cúspide del deporte en Estados Unidos, no ya en la NBA, donde sigue siendo un emblema pero ya dejó de lado la propiedad de los Charlotte Hornets, si no en el mundo del automovilismo. Jordan denunció a la NASCAR por monopolio excesivo y al final han llegado a un acuerdo para poner fin al enfrentamiento que mantenían en los tribunales.
"Me complace decir que las partes han resuelto positivamente este asunto de una manera que beneficiará a la industria en el futuro", dijo este jueves el abogado de los demandantes, Jeffrey Kessler. Jordan y su socio, el piloto Denny Hamlin, habían demandado en octubre de 2024 a NASCAR en calidad de copropietarios del equipo 23XI Racing, junto a otro equipo, Front Row Motorsports, alegando que la organización obliga a los participantes a aceptar contratos 'charter', que garantizan la participación y un reparto de ingresos en la serie principal de NASCAR, con condiciones muy restrictivas.
Una violación de las leyes
Según la demanda, estas prácticas violan la ley antimonopolio estadounidense al restringir la competencia mediante cláusulas de exclusividad, control abusivo de ingresos y acceso a las carreras. El juicio comenzó la semana pasada y amenazaba con transformar la popular serie de carreras estadounidenses en caso de que el juez diera la razón a los equipos. El acuerdo establece que 23XI y Front Row recuperarán sus tres fletamentos perdidos durante el litigio. Además, todos los equipos recibirán algún fletamento permanente y beneficios adicionales en los ingresos, cumpliendo con uno de los principales objetivos de la demanda.

Jordan ha celebrado este acuerdo, en el que sale ganando en muchos aspectos: "Lo he dicho desde el primer día: la única manera de que este deporte crezca es encontrando sinergia entre ambas entidades, y creo que lo hemos logrado". Y es que 23XI y Front Row eran los dos únicos equipos que se habían negado a firmar los nuevos contratos de fletamento, que fueron renegociados en 2024, y sostenían que el modelo de reparto de ingresos de NASCAR es injusto para quienes a menudo operan con pérdidas.
Según indicó Hamlin en su declaración durante el segundo día, llevar un solo auto a la pista cuesta 20 millones de dólares durante una temporada de 38 carreras, sin incluir gastos generales como el salario de los pilotos y las operaciones comerciales. En caso de que el juicio hubiera continuado y los equipos prevalecieran, el magistrado había indicado que podría haber obligado a la NASCAR a vender sus pistas o al presidente de la organización, Jim France, a ceder el control del deporte.