Carlos Sainz no hace ascos a Red Bull

Si hay un equipo del paddock de Fórmula 1 que actualmente sea un polvorín, ese es sin duda alguna Red Bull. El equipo austriaco acaba de despedir a su director durante los últimos 20 años, Christian Horner y ahora mismo las dudas que hay son si el futuro va a pasar por Max Verstappen o por el contrario, la apuesta va a ser otra diferente si el neerlandés decide irse.

El interés de Mercedes en el de Hessalt siempre ha existido, pero ahora mismo parece que está más cerca que nunca y si tiene que ocurrir, puede ser ahora. La bajada de nivel de los toros ha sido drástica y ya se empiezan incluso a hablar de nombres para subirse al coche, entre ellos, el de Carlos Sainz, quien tiene un recuerdo diferente al que se puede pensar de sus años en la casa de la bebidas energéticas.

Si algo está quedando claro en la escuadra de Milton Keynes es que Verstappen está solo, muy solo. Este año ha tenido a dos compañeros, primero a Liam Lawson y después a Yuki Tsunoda y ninguno es capaz de acercarse a su rendimiento. Por eso mismo surgen muchas dudas sobre quien vaya a tener el 'honor' de estar en el otro lado del garaje. Y es que a lo largo de su carrera esto se ha repetido, de hecho, uno de los que mejor lo ha hecho ha sido el madrileño.

Ser compañero de Vertstappen, una experiencia

Y es que Sainz fue el primer compañero que tuvo Max en el paddock, en sus años de Toro Rosso, y ahora se ha acordado de esa época. "Creo que todo el mundo lo está pasando realmente mal siendo compañero de equipo de Verstappen", algo totalmente diferente a lo que él sintió. "Sólo puedo decir que cuando fui compañero de equipo de Max, no lo pasé tan mal". De hecho, lejos de venirse abajo, ha confesado que eso le ha ayudado a posteriori. "Probablemente será uno de los mejores de la historia, si es que no lo es ya. Ese primer año juntos, desde entonces, me ha dado la confianza para saber que puedo enfrentarme a cualquiera".

Pese a que siempre ha tenido nombres muy rápidos a su lado, como Lando Norris o Charles Leclerc, quienes ahora comandan McLaren y Ferrari, las otras dos grandes marcas, o incluso Alex Albon, su actual pareja en Williams. Del tailandés, uno de los que sufrió al lado de Max, señala que es "increíblemente" rápido, lo que sumado a su falta de adaptación al coche de Grove, está haciendo que esté por delante.