Fernando Alonso se aferra a su último apoyo en Aston Martin

El 2025 está siendo un año muy duro para Fernando Alonso, en el que no está consiguiendo ni siquiera acercarse a ser competitivo con el Aston Martin. El inicio del mundial de Fórmula 1 ha sido un drama y suma 0 puntos en las primeras carreras. Ya avisaban, tanto el asturiano como desde la fábrica de Silverstone, que este curso iba a ser complicado, pero está quedando demostrado que incluso se quedaban cortos en sus afirmaciones. Todas las esperanzas están puestas en el 2026 con el cambio de normativa y la llegada de Honda, aunque para alguien de casi 44 años perder un curso es un drama.

No obstante, Alonso está curtido en mil batallas, y sabe que lo que mejor le viene es tener paciencia, ayudar al equipo y esperar que todo salga como se imaginan o incluso mejor. Para ello la escudería verde no está escatimando esfuerzos, como el nuevo túnel de viento propio, los cambios estructurales y sobre todo una cosa, el fichaje del genio, Adrian Newey. El ingeniero británico ha sido el culpable del abrasador dominio de Red Bull en esta década y media, además de participar antes en otros proyectos ganadores, y ahora afronta el reto de darle el tercer mundial al astro español.

Por eso mismo el ovetense no ha querido dejar pasar la oportunidad de pasar por la fábrica para dejarse ver junto a Newey, mostrándole su apoyo y sobre todo, plantando una semilla que se tiene que reproducir en grandes éxitos a futuro. Tal y como ha publicado la escuadra en sus redes sociales están poniendo los "cimientos del futuro", en una alianza que promete dar mucho rédito. Pero que está comenzando, pues Newey apenas lleva en su nuevo puesto de trabajo desde el pasado 3 de marzo.

El 2025 va por otro camino

Mientras se sigue soñando con conseguir competir el año que viene, este curso no se auguran muchos cambios. El Aston Martin es uno de los peores monoplazas de la parrilla y así va a seguir siendo. En el Gran Premio de la Emilia Romaña van a presentar un agresivo paquete de mejoras que será el principio y el fin, ya que desde ese momento toda la fábrica estará centrada en hacer una máquina perfecta. Salga bien o salga mal, tanto Alonso como Lance Stroll van a tener que seguir peleando con un gran hándicap hasta el final del calendario, salvo que haya alguna sorpresa tan improbable como inesperada.