Hamilton ya no puede más

El británico abre su corazón en uno de los momentos más duros de su carrera deportiva

Hamilton ya no puede más
Lewis Hamilton se abre en este duro momento - Cordon Press

Lewis Hamilton atraviesa la temporada más complicada desde que es piloto de Fórmula 1. Sin podios, sin victorias y con una adaptación más difícil de lo previsto a Ferrari, el británico reconoce estar al límite emocional. Hamilton ya no es el mismo. O, al menos, eso parece. El heptacampeón del mundo ha confesado que este 2025 está siendo “la campaña más intensa” que ha vivido como profesional. Lejos del brillo habitual, y muy por debajo del rendimiento de su compañero Charles Leclerc, el inglés se sincera en vísperas del parón veraniego. Su objetivo ahora ya no es ganar, sino resistir.

En Hungría, donde firmó actuaciones memorables en el pasado, Hamilton se muestra más humano que nunca. Reconoce que la integración con la escudería de Maranello está siendo mucho más compleja de lo que esperaba, con fricciones en la operativa y dificultades para adaptarse a la cultura del equipo. Habla de una “auténtica batalla” interna en la que incluso han surgido lágrimas. “Eso también es saludable”, concede con resignación.

Un líder con dudas

Aunque insiste en que sigue motivado y feliz de vestir de rojo, el propio Hamilton ha enviado recientemente un informe interno a la dirección del equipo proponiendo cambios para mejorar la eficiencia. Más que órdenes, se trata de ideas para simplificar procesos, tomar mejores decisiones estratégicas y ajustar la comunicación en carrera, especialmente bajo condiciones cambiantes como las de Silverstone o Spa, donde sus resultados dejaron mucho que desear.

La frustración por no encontrar ritmo se une al peso de las estadísticas. Sexto en el Mundial y con una desventaja de 30 puntos respecto a Leclerc, el británico sabe que está cerca de batir otro registro negativo: completar un año entero sin subir al podio. A pesar de su remontada en Bélgica, reconoce que la ejecución aún es mejorable, y admite errores incluso cuando el equipo toma decisiones correctas, como ocurrió con los neumáticos intermedios en Silverstone.

Un futuro por construir

Hamilton asegura que se mantiene optimista y comprometido con el proyecto, pero su lenguaje deja entrever cierto desgaste. Hungría, uno de sus circuitos talismán, podría ofrecerle una tregua. Aunque no confía en repetir milagros del pasado, ve en el parón veraniego la oportunidad perfecta para reconectar, analizar y corregir. Necesita reír, desconectar y recargar energías. Lo dice con la experiencia de quien ya ha superado otros inviernos… pero también con la sinceridad de quien empieza a notar el peso de los años y de las expectativas.

Mientras tanto, el mundo de la Fórmula 1 observa. Porque si incluso un gigante como Hamilton se rompe, es que algo no va bien en Ferrari.