Otro joven enemigo para Fernando Alonso: "No hay nada que se pueda hacer por él"

A sus 44 años hay pocas que se puedan decir de Fernando Alonso, pues una carrera como la suya, pese a que es posible que no sea todo lo dorada que pudo ser, si que tiene infinidad de momentos de leyenda. Pero aún así sigue peleando por hacerla aún más grande. El objetivo del tercer mundial sigue ahí y aunque todos los huevos están puestos en 2026, este curso sigue peleando. Y lo está haciendo sin guardarse nada, tal y como demostró en el Gran Premio de Singapur, donde supo sobreponerse a todos los condicionantes que se encontró para terminar octavo -séptimo tras la sanción a Lewis Hamilton-.

Alonso tenía muchas esperanzas de este fin de semana, pero las cosas no le salieron nada bien el sábado, fruto de muchas dudas y problemas tras un cambio de 'setup' del coche, por lo que salió 10º. Así se plantó en la carrera, donde poco a poco empezó a recortar posiciones tras ponerse el mono de trabajo. Teniendo en cuenta que McLaren, Mercedes, Ferrari y Max Verstappen estaban en otra liga, su objetivo era el octavo puesto. Y cuando lo tenía hecho, una parada en boxes tremendamente mala, en la que perdió nueve segundos, le obligó a hacer una hazaña, remontando en la pista para volver a ese puesto tras varios adelantamientos.

Guerra en la pista y guerra en los micrófonos

Y lo logró, pero entre medias se cobró varias víctimas, con luchas sin cuartel, especialmente contra Isak Hadjar. Pero tras adelantar al francés después de una guerra algo sucia por parte del de Racing Bulls, por la que Alonso se quejó, el 'rookie' lanzó un comentario por radio: "No lo saqué de la pista, me mantuve limpio... Si no disfrutó de esa pelea, entonces está muy gruñón y no hay nada que pueda hacer por él". Algo a lo que el español contestó.

El de Aston Martin no se cortó, aunque eso sí, no mostró una posición beligerante: "Creo que es un riesgo innecesario, pero entiendo que esto es Singapur, hay que luchar duro y él lo hizo lo mejor que pudo, pero sin duda perdimos tiempo". Y es que Hadjar tuvo un problema técnico que le restaba velocidad en las rectas, lo que le dejaba vendido, obligándole a ser más duro en el cuerpo a cuerpo, lo que molestó al 14: "A veces, en algunas batallas hay que saber cuándo es mejor luchar y cuándo no, porque probablemente el resultado final de la carrera podría ser peor para ambos, pero especialmente para él".