Lo de Russell, inminente
El británico renovará con Mercedes justo después de su fin de semana más gris, mientras Verstappen ya no puede ejecutar su cláusula para marcharse de Red Bull

George Russell parece tenerlo todo bajo control. Cuando más se jugaba su futuro, ofreció su versión más discreta. Mercedes ya ha tomado la decisión y su renovación se anunciará en los próximos días, según se puede leer en Marca. Al otro lado, Max Verstappen ha perdido la última oportunidad de romper con Red Bull a coste cero.
Todo encaja. George Russell terminó a 13 segundos de Max Verstappen en Spa, firmando una carrera discreta en un fin de semana donde el foco estaba puesto en su continuidad con Mercedes. Mientras tanto, en Red Bull se desactivaba una de las bombas más temidas por la escudería: Verstappen ya no puede ejercer la cláusula de rendimiento que le habría permitido abandonar el equipo a final de temporada.

Esa cláusula, que dependía del puesto de Max en el Mundial al llegar al parón veraniego, queda inservible. Verstappen, con tres títulos en el bolsillo y 65 millones anuales en el banco, aventaja en 28 puntos a George Russell, el primer Mercedes en la clasificación. Para romper su contrato, tendría que asumir un coste millonario que ni siquiera su entorno parece dispuesto a afrontar ya que matemáticamente no es posible que el británico supere al neerlandés en el próximo Gran Premio.
Mercedes mueve ficha
Desde el paddock, los rumores son ya casi una certeza: Mercedes renovará a Russell en poco tiempo. El anuncio será el clásico “multianual”, aunque en la práctica se trataría de un año adicional lleno de condiciones por ambas partes. La prensa holandesa, muy cercana al entorno de Max, ya lo da por hecho. Con las puertas de Mercedes cerradas, Verstappen seguirá al menos un año más en Red Bull, donde ahora reina con más poder que nunca tras el adiós de Horner.
Russell, fin de semana gris… pero estratégico
Lo curioso es que George Russell firmó uno de sus fines de semana más flojos justo cuando más necesitaba no hacerlo. Un quinto puesto, sin ritmo en la qualy sprint y sin brillo en la carrera del domingo, siguiendo la línea general que se ha dado en Spa este fin de semana. Por tanto, parece que poco a poco se van rellenando las piezas del puzle de 2026, una temporada en la que, por el cambio de reglamento, muchos equipos ansiarán en ser los que den con la clave y hacer un monoplaza ganador.
Más en el ojo del huracán se encuentra su compañero de equipo Kimi Antonelli. El italiano se mostró afectado, incluso llegando al corralito entre lágrimas, por el rendimiento bajo que está mostrando esta temporada. Parece que no termina de cogerle el truco al Mercedes, y, aunque sea rookie, sabe que la Fórmula 1 no espera a nadie.