El secreto que arruinó a Alonso en Zandvoort

Fernando Alonso sumó puntos en el Gran Premio de los Países Bajos, pero la sensación de frustración no le abandonó al final de la carrera. Octavo en la meta, el piloto asturiano tenía en mente un resultado mucho más alto tras un viernes prometedor, donde el AMR25 mostró un ritmo notable y Alonso se colocó segundo en los libres, solo por detrás de Lando Norris. Sin embargo, la magia del viernes desapareció con un giro inesperado en la configuración del coche.

“Es otra oportunidad perdida”, admitió Alonso al bajarse del monoplaza. Y es que el equipo británico se vio obligado a modificar las alturas del AMR25 para garantizar que el coche completara la carrera dentro de los límites de la normativa, una decisión que afectó directamente al rendimiento en carrera. Lo que había sido un coche con potencial para luchar por el quinto puesto se convirtió en un modelo más conservador, capaz de sumar puntos pero sin la chispa necesaria para aspirar a más.

Ajustes que cambiaron la carrera

Mike Krack, ingeniero jefe de Aston Martin, explicó la decisión: “Tuvimos que ajustar el coche teniendo en cuenta el desgaste de la plancha y asegurar que todo fuera legal. Era territorio desconocido y fuimos conservadores. Nos costó rendimiento, pero era necesario para terminar la carrera”. La normativa actual y la necesidad de gestionar la plancha del AMR25 condicionaron la estrategia y marcaron la diferencia en la zona media de la parrilla.

Alonso reconoció que, pese a tener un coche con buen ritmo, la combinación de tráfico, coches de seguridad y ajustes obligatorios dejó el resultado por debajo de lo que podía alcanzar. “Éramos más rápidos que algunos coches que terminaron por delante, como los Williams o los Haas. Con un poco de suerte, podríamos haber terminado quintos”, señaló.

El desafío de mantener la consistencia

Aston Martin ha demostrado su progreso en la correlación entre pista y fábrica, y el AMR25 sigue mostrando potencial en determinados circuitos. Sin embargo, las oportunidades perdidas en Zandvoort recuerdan que en la Fórmula 1, un pequeño cambio puede marcar la diferencia. Alonso y el equipo miran ya hacia Monza, donde esperan que la combinación de ajustes y estrategia les permita aspirar a un resultado más cercano a sus expectativas.

El piloto asturiano no pierde la motivación y asegura que su enfoque sigue siendo mejorar en cada carrera. “Ahora tenemos que analizar lo ocurrido, aprender de ello y seguir adelante. La temporada aún tiene muchas carreras y oportunidades”, concluyó Alonso, dejando claro que el sabor amargo de Holanda no afectará su determinación de luchar por estar entre los mejores.