Se confirma el pacto de los hermanos Márquez

En la previa del Gran Premio de San Marino, Marc Márquez le mandó un mensaje muy claro a los que pensaron que en Montmeló dejó vencer a su hermano: "Que les den". Y, ahora, deberá mandar otro del mismo estilo porque podrían pensar que en Misano ha habido otro intercambio de favores entre ambos.

Y es que resulta que, si Álex ganaba la Sprint en tierras italianas y conseguía aventajar a su hermano en diez puntos, Marc no podría cerrar su noveno título en Japón. Así, tras la caída del piloto de Ducati, Álex sólo ha podido quedar segundo y ha sumado nueve puntos, por lo que la famosa 'bola de partido' la seguirá teniendo Marc en territorio nipón.

De ser así, Marco Bezzecchi y su Aprilia han sido los afortunados de dicho pacto fraternal, ya que han conseguido una victoria que les permite afrontar la carrera dominical con mucho optimismo.

Álex Márquez, por su parte, relataba así ante los micrófonos de DAZN lo vivido: "No ha sido la mejor salida, ahí he perdido la victoria. Luego, iba detrás de Marco y Marc, he dado el máximo, ellos iban un poco más rápido y aquí sube mucho la presión del neumático cuando vas detrás de alguien. He mantenido el ritmo por vuelta y estoy contento, y optimista de cara a la carrera de mañana".

Cuando le preguntaron por si ese segundo puesto es a lo máximo que aspiraba, esta ha sido su respuesta: "Bueno, sí. Si al final miramos los ritmos de entrenos, era nuestra posición más o menos. Aún podía ser peor, así que dentro de las posibilidades que teníamos, era la mejor. Pero tengo el sabor agridulce de no haber sido un poquito más agresivo en la salida, sobre todo. Mi idea era liderar al principio, intentar tirar fuerte, y que el resto tuviera la faena de pasarme".

Por otro lado, afirma que él ha luchado por vencer: "He intentado meter presión a Bezzecchi; sabía que ganaba, pero al menos para no ponérselo fácil e intentar estar ahí, a ver si cazábamos algo".

Y respecto a las matemáticas de su hermano para proclamarse campeón, Álex ha dejado una respuesta un tanto sospechosa: "Sabía que si ganaba, Marc no tendría bola de partido en Japón. Lo he intentado, que es lo importante. Hasta la penúltima vuelta. Cometía algún pequeño error él, no pilotaba del todo cómodo, pero ya la última vuelta me la he tomado con calma, porque he visto que no era posible. Marc podrá ser campeón en Motegi, así que mañana toca hacer un buen trabajo. Es importante también no perder muchos puntos con Bezzecchi, para el subcampeonato, que en Montmeló le metimos muchos".