Estadio Deportivo3 min lecturaSantiago de Chile, 28 feb (EFE).- La Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP) de Chile castigó este viernes a Colo Colo a jugar tres partidos sin público tras los violentos incidentes protagonizados por sus ultras en el pasado encuentro ante Universidad Católica, que fue suspendido antes de tiempo por estos hechos.
En el partido, disputado el pasado 16 de febrero, se produjeron lanzamiento de bengalas tanto en el primer tiempo como en el segundo, razón por la cual el árbitro que lo dirigía, Piero Maza, decidió suspenderlo cuando corría el minuto 71 y la Católica vencía por 0-2.
Analizados los antecedentes, el Tribunal Autónomo de Disciplina de la ANFP sentenció al club albo a jugar "a puertas cerradas" los tres próximos partidos oficiales en los que le corresponda actuar en calidad de local.
El fútbol chileno ha vivido en las últimas semanas un clima de violencia sin precedentes como consecuencia del estallido social que vive el país desde octubre pasado y, sobre todo, después de que el 28 de enero un hincha de Colo Colo fuera atropellado mortalmente por un camión policial a las afueras del Estadio Monumental tras un partido contra el Palestino.
La semana pasada, por otros episodios de violencia, la ANFP castigó al Coquimbo Unido a jugar cuatro encuentros sin público como local luego de que un grupo de hinchas saltara al campo el pasado 31 de enero durante el partido contra el Audax Italiano.
El Universidad Católica, por su parte, fue castigado también la semana pasada con dos partidos como local a puerta cerrada por los incidentes ocurridos el pasado 2 de febrero en el estadio San Carlos de Apoquindo durante el duelo con el O'Higgins, cuando un grupo de ultras lanzó objetos al campo y se enfrentó en las gradas a los Carabineros (nombre de la Policía chilena).
La crisis social que vive Chile, la más grave desde el fin de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) y que ya deja una treintena de muertos, llevó también a la cancelación del torneo del fútbol chileno del año pasado y al traslado de sede de la primera final de la Copa Libertadores a partido único, de Santiago a Lima, donde el brasileño Flamengo se coronó campeón.