"Gracias al fútbol mi hijo ha vivido unos meses más"

"Gracias al fútbol mi hijo ha vivido unos meses más"
- César Suárez
César SuárezCésar Suárez5 min lectura
Una estrella que enseñó Álvaro Morata tras marcar un gol a Suecia con la selección española dio luz a la lucha que mantenía un chaval malagueño, natural de Alhaurín el Grande, contra un tumor cerebral inoperable. Miguel Ángel Pérez apenas contaba con 8 años de edad cuando, soñando con ser futbolista, recibió la terrible noticia de su enfermedad. El pasado 8 de enero, ya con 10 cumplidos, falleció.

Su padre, del mismo nombre, con un dolor en el corazón que se mantendrá toda la vida, atendió la llamada de Antonio Rengel en 'El Mirador del Deporte', de Canal Sur Radio, para agradecer al mundo del deporte, en general, y del fútbol, en particular, el cariño que se le ha dado a su querido hijo durante estos últimos y dolorosos meses.

"No tenemos palabras para agradecer todo lo que han hecho por Miguel Ángel. Cuando se puso malo, a los dos días recibió la primera camiseta del Málaga, de Dani Pacheco. Y a raíz de ahí, cantidad de vídeos que nos han mandado muchos jugadores dándonos ánimos, mensajes de que se iba a poner bueno. Incluso de los más punteros, como Sergio Ramos, que ha tenido muchas videollamadas con él; y futbolistas españoles que están en Manchester, un aluvión de cariño que no creíamos".

Y tanto, porque, aparte de jugadores, también se preocuparon y llegaron a conocer a Miguel Ángel, como reconocía su progenitor. "Humoristas, cantantes€ que le cantaran al niño en videollamada, como hizo Pablo Alborán, o artistas como Antonio Banderas o Bertín Osborne, pues no sé explicar tanto cariño".

Pero hay un futbolista en especial que formó un vínculo especial con el pequeño. "Álvaro Morata ha estado muy vinculado a Miguel Ángel. Dice que gracias a él sigue triunfando. No para de decirle a mi mujer que le deje de dar las gracias, que eso lo tiene que hacer él porque cada vez que mira la estrella, que la lleva siempre, se acuerda de él. Me acuerdo que en una videollamada sacó la estrella de la mochila y le dijo a mi niño: 'esta siempre irá conmigo donde vaya'. Eso nos lo dijo mucho antes de que pasara lo que pasó".

Esa estrella se ha convertido en un símbolo. Algo que salió del propio Morata sin previo aviso. "Nosotros habíamos quedado con Rubiales en otro gesto si marcaban un gol. Pero le decía a Miguel Ángel que estaba pidiendo mucho porque quería que marcara Morata y que a Unai Simón no le hicieran ningún gol. Y mira, al final se cumplió. Álvaro se sacó eso de la estrella de su bolsillo", desvelaba el padre.

Recuerdos imborrables que siempre estarán en la memoria, en el corazón, en todo aquel que se volcó en que los últimos meses de Miguel Ángel fueran, dentro de la crueldad, especiales, los más felices. Y en ese intento también destacaba el padre el extraordinario trato de la escuela de fútbol del Alhaurino, donde jugaba su niño. "Un minuto que estaba jugando o intentando jugar le ha dado días de vida. Ni las médicas pensaban que iba a durar tanto tiempo. Lo poco que ha estado en el fútbol, los últimos cinco minutos de la primera o de la segunda parte, que es cuando salía a jugar, le ha dado la vida para unos pocos meses más", decía el padre antes de añadir su "eterno agradecimiento al mundo del deporte. Lo que han hecho sus entrenadores, desde el primer momento, es digno de admirar. Y más con Andrés, que es con quien más tiempo ha estado. El monumento que le tengo que poner es chico".

Pequeño no es, precisamente, el vacío que ha dejado Miguel Ángel. Es enorme, pero se llena, al menos, un poquito, sabiendo que hay una estrella en el firmamento que brilla con luz propia animando a su familia, a la selección, a Morata y a todos los que se volcaron en él. Descanse en paz.
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