La selección española de rugby dio un paso casi definitivo para jugar el segundo Mundial de su historia después del repaso que le dio este domingo a los Países Bajos, el equipo que se veía como alternativa y a los que barrió por 53-24 en el Central de la Complutense.
La clasificación no es matemática, pero teniendo en cuenta el nivel que ha ofrecido Suiza ante Georgia, parece imposible que esta vez se vaya a escapar. Los Lelos destrozaron a los suizos con un humillante 110-0 en el arranque del Campeonato de Europa. Este domingo, España visitará a Suiza y una victoria le daría el pase matemático para el Mundial de Australia 2027, independientemente de lo que pasase en la última jornada del grupo, donde reciben a Georgia.
Ante esto y pese a que la confianza es plena, en el XV del León no quieren cambiar el discurso y apelan a la prudencia. Hasta que no se haya logrado no hay que cantar victoria. Ya se hizo hace unos años y se perdió ante Bélgica, aunque con las malas artes por todos sabidas que también le costaron el Mundial a la selección beneficiada: Rumanía.
“Estamos pensando en Suiza", avisó el seleccionador Pablo Bouza, ante los que daban por hecho que España ya tiene atada la clasificación tras ganar a Países Bajos. "Nos centramos en lo que podemos hacer nosotros. En la recuperación. La idea es jugar con los mejores posibles. Todos los partidos son físicos y se hacen parejos con la actitud. Hay que plantear bien la semana y llegar frescos a Suiza”, advierte Bouza, quien no daba importancia a la paliza de Georgia ante los suizos. "Georgia tiene un gran nivel y por eso hace esa diferencia, pero no hay que pensar en el marcador", añade.
Bouza advierte que el triunfo ante los Países Bajos, como el que espera que llegue ante Suiza son fruto del trabajo y del movimiento que la Federación Española realizó para que los jugadores pudieran estar frescos antes de que empezase este Campeonato de Europa. "A Holanda lo teníamos muy bien estudiado y al árbitro, también. Sabíamos que el partido iba a ser así. No nos ha sorprendido nada”, afirma Pablo Bouza.
El técnico argentino también quiso dar su parte de mérito a la Federación y así lo reconocía. “Hay dos cosas muy importantes. Estar juntos y que el pasado fin de semana no hayan jugado los jugadores españoles. Eso ha sido fundamental y gran parte del partido ha estado ahí. El equipo no mostró fisuras. Si estamos así podemos competir con Suiza y con Georgia. Pensamos en nosotros mismos y en lo que podemos hacer”, afirma un Bouza que quiere ir "partido a partido" y que no quiso destacar a ningún jugador sobre el resto pese al gran encuentro de hombres como Nieto o Bay. “El equipo es lo que destaco. Funcionó muy bien. No me gusta dar nombres”, sentencia el seleccionador, emocionado de ver cómo se había volcado la afición española antes del partido y cómo había animado. La ilusión se respira en el rugby español después de muchas decepciones.