Aunque hasta ahora ha dado algunas de cal y también otras de arena, el nuevo Celta de
Antonio Mohamed conserva una pólvora descomunal que en
Nervión conocen de sobra. No en vano, regresa al Sánchez-Pizjuán
Iago Aspas, que suma ya cinco dianas este curso, y lo pisa por primera vez, pues el pasado ejercicio estaba sancionado,
Maxi Gómez, uno de los primeros objetivos de Caparrós para reforzar la delantera con el '9' de referencia que pedía Machín.
El club vigués se descolgó pidiendo la cláusula del uruguayo, que asciende a
50 millones y a punto estuvo de pagar el
West Ham, y el utrerano miró a otras latitudes. Pero el joven internacional charrúa le sigue dando la razón a todos los que le querían sacar de
Balaídos, demostrando que lo hecho la pasada campaña, la de su estreno en España, no fue casualidad. Cuatro goles y tres asistencias que suma a las 18 dianas de la pasada
Liga.
El mundialista, a sus 22 años, se ha destapado como un goleador que atesora más recursos y ha encontrado en
Aspas al socio perfecto. El gallego siempre ha tenido buenas palabras para un
Sevilla donde no gozó de la confianza de
Emery en la 14/15. Aunque las pocas oportunidades que tuvo las aprovechó: diez goles entre todas las competiciones (siete en Copa) en apenas 940 minutos, siendo sólo cuatro veces titular en LaLiga.
Volvió a
Vigo y allí no ha parado de crecer, alcanzado la internacionalidad con unos números espectaculares: 14 goles en la 15/16, 26 en la 16/17 y 23 en la 17/18. Entre ellos, el 'hat-trick' que firmó el pasado curso en el sonrojante 4-0 que los de
Nervión se trajero de Vigo. Y es que, para más inri, el
Sevilla es su segunda víctima favorita con siete tantos, los mismos que al
Valladolid. Sólo al
Granada le ha hecho más (8).